Los seis hermanitos correntinos que fueron adoptados por una pareja de Luis Palacios, Santa Fe, se preparan para vivir una Navidad diferente: con regalos y rodeados del amor que tanto se les negó en sus cortas vidas. Junto a Eliana y Elisa, entusiasmados armaron el arbolito el 8 de diciembre; y un empresario textil de Rosario ya les regaló la indumentaria que lucirán esta mágica noche.
Pasaron tres semanas desde que Juliana (10), Alejandra (8), Noelia (6), Cristian (5), Jeremías (4) y Camila (3) llegaron a su nueva casa. Atrás quedaron los hogares, padres atravesados por la droga y parientes que rechazaron criarlos alegando falta de recursos.
El 8 de diciembre fue un día especial no sólo para los seis pequeños, sino también para Eliana y Elisa. “Armamos entre todos el arbolito… tenían una alegría difícil de explicar. Lo gracioso fue al día siguiente, porque se levantaron y preguntaban por Papá Noel. Entonces les explicamos que tenían que esperar, que recién llegaba para Navidad”, contó Eliana.
Eliana y Elisa estaban definiendo con el pronóstico dónde pasarán esta Nochebuena: “Todo va a depender de cómo esté el tiempo. Nosotras queremos pasar acá, pero está la posibilidad de ir a la casa de los abuelos, que está a tres cuadras”. En el pequeño pueblo la pirotecnia de estruendo está prohibida. Es por eso que analizan la posibilidad de comprarles las “estrellitas” para que esta noche corran por el parque.
De a poco, en la enorme casa de Luis Palacios las escenas de celos y peleas entre hermanos empiezan a menguar. Las flamantes mamás se sorprenden de la evolución que tuvieron los seis pequeños en tan poco tiempo. “Al principio se aferraban mucho a las cosas, como si tuvieran temor a perderlas, había peleas por los juguetes, les costaba compartir. Entonces les dijimos que nada es de nadie y todo es de todos, que hay que compartir y notamos un gran cambio en muy poco tiempo”, admitió.
“Yo le digo a Elisa que me llama la atención todo. Es como que si siempre ellos hubieran estado acá”, contó. Claro que no todo es color de rosa: ya tuvieron una visita de urgencia al odontólogo por un dolor de muelas, y los infaltables cuadros febriles.
Eliana y Elisa tuvieron un proceso de vinculación de sólo una semana con los seis hermanitos en la ciudad de Corrientes antes de recibir la guarda por parte de la Justicia. “Estamos sorprendidos porque no tienen problemas para dormir o para comer. El otro día Camila pidió mimitos a la hora de dormir y entonces saltó Cristian y pidió ‘para mí también’”, revelaron.
El último fin de semana, los seis hermanitos quedaron al cuidado de sus abuelos, que viven a tres cuadras. Con la naturalidad propia de los chicos, uno le dijo “Abuelito, te falta cabello” al notar la calvicie. “Después nos contaron que se portaron muy bien más allá de alguna pelea que es normal. Cuando los dejé con los abuelos les avisé que comen mucho y que no los iban a conformar con un pancho. A ellos les gusta la comida más elaborada”, apuntó Eliana.
Los paseos por Luis Palacios son constantemente interrumpidos por los vecinos que quieren sacarse fotos con la pareja y los pequeños. “Hasta hoy nos llaman una o dos veces por día desde los medios de comunicación. Incluso nos escriben desde el exterior”, sostuvo.
Los hermanitos mantienen contacto por videollamadas con el hogar donde estuvieron alojados. “Hubo un día en que Juli se puso a llorar porque creía que podía volver ahí. Entonces le explicamos que no, que se van a quedar con nosotras. Con la jueza Carolina Macarrein hablamos casi todos los días y ella está sorprendida con el cambio que tuvieron los chicos”, contó. La magistrada es quien convocó a una convocatoria nacional para buscarles una familia a los chicos. Además, cada tanto, reciben la visita de una asistente social que hace el seguimiento de los chicos.
Los seis correntinitos están aprendiendo a nadar con una instructora y ya tienen asegurado su lugar en la colonia de vacaciones, en enero. Y también están inscriptos para empezar la escuela en marzo. Mientras, su objetivo es inmediato lo tienen esta Nochebuena: aguardan ansiosos la llegada de Papá Noel.
Fueron 35 las personas que se inscribieron ante la Justicia de Corrientes apenas se conoció la convocatoria. Eliana se inscribió en la madrugada del 13 de julio, sin preguntarle a Elisa. Mientras iniciaban las entrevistas, compraron un auto con capacidad para ocho pasajeros.
Los seis chicos entraron en el radar judicial el año pasado cuando alguien alertó que se hallaban en total abandono en el barrio Río Paraná, un humilde asentamiento que está cerca del cementerio de la capital correntina. La madre de los nenes es una joven con graves problemas de adicción que no dudó en decirle a la jueza Macarrein que no los quería tener más. El padre de los hermanitos también atraviesa por problemas de consumo.
El primer paso fue buscar tíos o abuelos para que los acogieran y no perdieran el vínculo, pero todos se negaron debido principalmente a la falta de recursos. Los hermanitos terminaron separados por un tiempo: tres se fueron a vivir con una madrina y los otros con una tía del corazón que tiene en su casa un merendero social. Al poco tiempo los devolvieron al juzgado y terminaron alojados en distintos hogares.
“Fui a los hogares, hablé con ellos y los más grandes me dijeron que no querían separarse. Fue entonces que lanzamos la convocatoria para encontrarles un hogar”, sostuvo en su momento la magistrada. Se lanzó la convocatoria nacional y los teléfonos del juzgado no pararon de sonar y la casilla del correo electrónico se inundó de postulantes de Corrientes, Misiones, Santa Fe, Buenos Aires y San Luis, entre otros distritos.
Declararlos en situación de adoptabilidad fue el único camino posible para los hermanitos, y hoy los seis están empezando a escribir una nueva historia rodeadas del amor de Eliana y Elisa.