La aguja de Notre Dame, que se desplomó trágicamente en el incendio ocurrido el 15 de abril de 2019, volvió a ser visible en París luego de la retirada de los andamios que la rodeaban, lo que significa un hito en la reconstrucción de la catedral en la capital de Francia.
El retiro del andamiaje permite ver por primera vez la nueva aguja, adornada con un gallo dorado y una cruz. “Puedo abrir la ventana por la mañana y ver Notre Dame. Veo la aguja… para mí es hermosa y mucho mejor que antes”, dijo un vecino de la catedral, Federico Benani, testigo del incendio de 2019. “Nos da esperanzas”, añadió.
Se retiran los andamios alrededor de la aguja de la catedral de Notre Dame de París
El presidente francés, Emmanuel Macron, compartió en las redes sociales imágenes que muestran la impactante transformación de la fachada central de la catedral antes y después de la retirada de los andamios, destacando el “orgullo francés” que representa este hito.
La aguja, reconstruida fielmente según los diseños del arquitecto Eugéne Viollet-Le-Duc del siglo XIX, se yergue nuevamente hacia el cielo y resalta la arquitectura gótica, así como la determinación y el compromiso de restaurar este monumento icónico. Una obra maestra en madera de roble macizo recubierto de una cubierta de plomo—, ya es visible, al igual que la corona, la cruz y el gallo.
Macron destacó que la aguja “se levanta de nuevo hacia el cielo”, mientras que, como símbolo de resistencia y renovación, un nuevo gallo de oro, como un ave fénix con alas en llamas, fue instalado en lo alto de la aguja en diciembre para indicar el resurgimiento de la catedral de sus cenizas.
Sin embargo, este hito simbólico es solo un paso más en el largo camino hacia la completa restauración de Notre Dame. Aunque la aguja y otras partes fundamentales de la catedral son nuevamente visibles, los trabajos de reconstrucción aún están en curso.
La reapertura oficial de la catedral está programada para el próximo 8 de diciembre. Una ceremonia especial para marcar este evento histórico contaría con la presencia del papa Francisco, destacando la importancia religiosa y cultural de Notre Dame para millones de personas en todo el mundo.
El desmontaje de los andamios, que comenzó recientemente, continuará en los próximos meses con la esperanza de completarlo antes de los Juegos Olímpicos de este año en París. El trabajo de reconstrucción debe continuar durante los Juegos Olímpicos del 26 de julio al 11 de agosto, seguidos de los Juegos Paralímpicos del 28 de agosto al 8 de septiembre. Por lo tanto, la catedral no estará abierta durante los Juegos Olímpicos.
El incendio de la catedral de Notre Dame, en 2019
En abril de 2019, la catedral de Notre Dame sufrió un grave incendio que provocó daños importantes en el techo y derribó la aguja de la torre principal del edificio de ocho siglos de antigüedad. Las llamas se extendieron rápidamente hacia la estructura de madera que sostenía el techo, en su gran mayoría troncos originales del siglo XIII.
Notre Dame de París, un ícono atesorado de la arquitectura gótica, es una de las catedrales más grandes del mundo y un símbolo que estuvo en el corazón de la cultura y la sociedad francesas durante 850 años. Construida de madera, vidrio y piedra a lo largo de dos siglos, el proceso de reconstrucción fue complejo y minucioso.
El andamio, que pesaba unas 600 toneladas y estaba compuesto por unas 70.000 piezas metálicas, fue una tarea monumental en sí misma. Este entramado de estructuras fue clave para el montaje de la flecha y las piezas de roble macizo, así como para la colocación de la cubierta de plomo, utilizando materiales originales seleccionados y validados por la Comisión Nacional del Patrimonio y la Arquitectura.
Mientras tanto, las investigaciones judiciales sobre el origen del devastador incendio continúan.
El incendio de la catedral de Notre-Dame en 2019
En 1789, en el apogeo de la Revolución Francesa, las fuerzas anticatólicas destruyeron partes de la catedral, y la Francia secular dejó a Notre Dame en un estado de abandono. Pero cuando Victor Hugo escribió El jorobado de Notre Dame en 1831, también comenzó una restauración que completó la catedral con un nuevo techo y un chapitel de madera y plomo de 750 toneladas, una réplica más elaborada de la aguja original medieval.
Una compleja red de madera formaba un techo en forma de cruz coronado con 1300 tejas de plomo y una aguja central de 90 metros de altura. Y las renovaciones periódicas continuaron. El 15 de abril de 2019, estaba envuelta en 500 toneladas de andamios, lista para una operación millonaria para apuntalar la aguja, cuando un incendio masivo se descontroló y desgarró la catedral dejándola en ruinas. Pero no se iba a quedar así. El Estado francés dictaminó que Notre Dame sería reconstruida exactamente como era antes del incendio.
La Nación