Está algo más relajado, aseguran quienes lo frecuentan. Menos ojeras y semblante más descansado parecen ser directamente proporcionales al distanciamiento de la gestión pública diaria, y mucho más en la Argentina. Sergio Massa, ex candidato del Unión por la Patria y último ministro de Economía de Alberto Fernández, mantiene un perfil bajo desde que perdió el balotaje con Javier Milei, hace tres meses.
“Está activo y muy preocupado por todo lo que está pasando. Este sábado vuelve a encontrarse con legisladores y 20 intendentes del Frente Renovador, en Roque Pérez. Está a full con el libro y la fundación”, detalló en las últimas horas uno de sus más cercanos colaboradores.
El encuentro bonaerense llegará en un momento de tensión del Frente Renovador con el gobernador Axel Kicillof, una situación que quedó plasmada en martes pasado cuando los diputados que responder al tigrense vaciaron una sesión porque desde diciembre tienen reclamos de IOMA y temas de educación y seguridad y pidieron hace 10 días una reunión el gobernador que aún no se concretó.
Se espera que el fin de semana Massa, quien repite por estas horas que su relación actual con Kicillof no es mala, haga en ese cónclave partidario un diagnóstico de la situación política, pero sobre todo de la económica.
En las reuniones que mantiene periódicamente con su equipo en el búnker partidario de la Avenida del Libertador, en el centro porteño, asegura estar muy preocupado. A Milei no lo ve desde el domingo 3 de diciembre, cuando se encontraron en una reunión íntima y secreta de traspaso de poder, que describió Infobae en exclusiva en su momento.
A pesar de los dardos y cruces de la campaña, el vínculo entre ambos no es malo, pero tampoco cotidiano. Massa cree que el Presidente equivoca el rumbo económico, pero le reconoce que actúa convencido y siguiendo el camino que eligió. Tampoco coincide con la tensión, que describe como innecesaria, en el Congreso; ni con la idea de polarización permanente con sectores y personas, como las cantantes Lali Espósito y María Becerra.
Con Cristina Kirchner habló un par de veces en los últimos meses y tampoco hay vínculo habitual. Sobre el documento que publicó la ex presidenta la semana pasada asegura estar, en general, de acuerdo y remarca que muchos de los temas que planteó el texto fueron parte de su campaña presidencial.
Economía
Como se dijo, Massa describe el actual contexto de la economía con preocupación y hace foco, sobre todo, en lo que define como “la caída de la clase media”. “En los sectores de menores ingresos hay más herramientas para activar rápido programas especiales, bonos para jubilados y otros, pero la caída de ingresos con pérdida de calidad de vida en los sectores medios cuesta mucho recuperarla”, amplió otro de sus colaboradores.
En una reunión de su entorno más cercano, el martes, dijo que no cree que la inflación de febrero estará “más cerca del 10% que del 20%”, como había estimado el día anterior en una entrevista su sucesor, Luis “Toto” Caputo. “A la devaluación ya se la comieron”, resumió.
Además, Massa no considera que el superávit fiscal de enero que anunció Caputo y celebró Milei sea sustentable en el tiempo. Junto con su equipo miran la deuda de energía –la que tiene Cammesa con los productores de luz y gas, por caso– y las transferencias nulas a las provincias en lo que va del año.
Así, con demoras también en las obras del gasoducto Néstor Kirchner y el reversal el gasoducto del Norte, la estimación massista es que habrá serios problemas energéticos más pronto que tarde. “Estamos en un contexto en el que se puede quedar sin luz la mitad del norte argentino muy rápido. Y sin gas”, dijeron sus técnicos.
Greylock
Desde el entorno de Massa confirmaron que ya está trabajando activamente para el fondo de inversión estadounidense Greylock. Se trata de una empresa que maneja Hans Humes y tiene inversiones en 100 países. El argentino firmó un contrato semanas atrás, ya está realizando algunas negociaciones en América Central y tiene planeado un viaje al mundo árabe para fines de marzo. Según estipula este contrato, no va a involucrarse en ningún negocio que esté vinculado con la Argentina.
Puntualmente, por estas horas, Massa esta abocado a intereses que tiene Greylock en Guatemala, con la recuperación de una Obligación Negociable de una empresa que quebró como tema central. En paralelo, trabaja en emisiones de bonos en otro país caribeño y opciones similares en países como Colombia, Perú, Guatemala, Belice y hasta Madagascar. Busca enfocarse en la colocación de títulos “verdes” y en negocios vinculados a la economía real, pero sustentados sobre activos financieros.
A sus íntimos les asegura que está muy a gusto con ese nuevo rol y que está entusiasmado con algunas negociaciones que está entablando en el exterior. “Hay mucho que se puede hacer desde acá, pero algunos viajes va a tener que hacer”, dicen cerca suyo sin querer dar más detalles del viaje ya pautado a un país árabe. ¿Será Qatar? Massa supo tejer buenos contactos en ese país que se plasmaron en los USD 775 millones de último momento que consiguió para pagar vencimientos en medio de fuertes tensiones con el FMI en la segunda mitad del año pasado.
El tigrense firmó un contrato con Greylock por dos años y ya tiene asignados 10 proyectos para este 2024, muchos de los cuales no puede mencionar porque incluyen estrictas cláusulas de confidencialidad. Cobra en dólares, una parte fija y un porcentaje extra por resultados, y promete facturar desde la Argentina, como exportador de servicios y al dólar oficial. A sus íntimos les aseguró que le pagan “mejor de lo que te paga cualquier privado acá”. Además, como no tiene exclusividad, cuenta que hay otro fondo sondeándolo para trabajos similares con el que la negociación está muy avanzada.
¿”Por sí o por no”?
En el búnker de Libertador aseguran que el libro que está escribiendo sobre su gestión en Economía y la campaña presidencial se terminará de cerrar la semana que viene y que estará disponible en marzo. Massa escribió buena parte y se complementará con algunos detalles que surgieron de entrevistas a Malena Galmarini y Juan Manuel Olmos, entre otros.
En Planeta, la editorial con la que firmó contrato a fines de diciembre, insisten con que se llame “Por sí o por no”, una de las principales muletillas del político en el debate presidencial con Milei. Podría ser, pero a Massa no le cierra del todo, asegura que le falta una vuelta de tuerca mientras piensa alternativas.
“Más que nada contará el día a día, todos los detalles de la gestión, las discusiones en la coalición del Gobierno y también algunas anécdotas de los empresarios que pregonan la libertad pero piden prebendas al Estado”, detalló él mismo en un video que subió Planeta a Instagram.
Según sus allegados, los empresarios a los que se refiere tienen que ver con el sector petrolero y el del transporte, dos rubros que, está convencido, mellaron el final de su gestión con un lockout patronal por las tarifas en el caso de los colectivos y la discusión sobre el faltante de nafta. No son pocos los que creen que esos días de desabastecimiento e incertidumbre terminaron signando su suerte en la urnas.
Después, promete mucho detalle de las discusiones con el FMI. Massa chatea aún con algunos de los burócratas con los que negoció, pero no habla de cuestiones que tienen que ver con el acuerdo y las negociaciones en marcha con los funcionarios de Milei. Saludos, alguna chicana y no mucho más. Gita Gopinath, la segunda del organismo, llegó ayer al país y hoy se reúne con Milei, no tenía en su agenda, al menos hasta anoche, reunirse con su ex contraparte.
Otro de los temas del texto que publicará Planeta tiene que ver con el cierre de su candidatura presidencial y cómo fueron los vertiginosos días previos al cierre. Asegura que no hablará en el texto ni de Milei ni del arranque de su gobierno, aunque sobre el final tiene pensado reflexionar sobre lo que considera la verdadera discusión de fondo que tiene que encarar la política argentina: si hay o no consensos para dar los debates que el país necesita.
Según surge de la reconstrucción de algunas de las últimas reuniones con su equipo, el tigrense considera que “parece tener más peso la discusión con Lali que la reforma laboral; o la descalificación que la discusión del impacto de la inteligencia artificial en la economía y el trabajo”.
Cree que si ese es el tono se termina desviando el foco real y que, de esa manera, gana Milei porque no se analizan los temas de fondo que realmente importan e impactan en la vida de los argentinos. “La sociedad está entretenida por ahora. Habrá que ver cuándo la realidad pasará a ocupar el centro del debate. Es un tema de tiempo”, dijo, palabras más, palabras menos, en uno de esos encuentros recientes.
En marzo, Massa también presentará oficialmente su nueva fundación. En ella ya están trabajando buena parte de los integrantes de lo que fue su equipo económico, como Guillermo Michel, Lisandro Cleri, Eduardo Setti, José Ignacio de Mendiguren, Gabriel Rubinstein, Agustín Gerez, Ricardo Casal y Raúl Rigo, entre otros, a los que se les sumaron distintos equipos de jóvenes profesionales.
Prometen publicar diagnósticos sobre la situación del empleo, producción, oportunidades de inversión y análisis macro y microeconómicos. También temas políticos, pero no será el foco. Muy a tono con los tiempos que, por ahora, transita el ex candidato presidencial. La fundación se llama Encuentro.