Los organizadores del Abierto de Río de Janeiro, el único ATP 500 de Sudamérica, aseguran que esta ciudad brasileña está interesada y tiene condiciones de organizar un Masters 1000, máxima categoría de los torneos masculinos después de los cuatro Grand Slam.
“Hasta ahora nunca formalizamos ante la ATP la intención de que el torneo en Río sea ascendido de categoría desde 500 hasta 1000, pero en caso de que surja esa posibilidad con seguridad estamos interesados en explorarla”, afirmó Lui Carvalho.
El dirigente se refirió a esa posibilidad luego de que el tenista británico y exnúmero uno del mundo Andy Murray, en un mensaje publicado el domingo en sus redes sociales, instara a la ATP a organizar un Masters 1000 en Sudamérica.
El mensaje de Murray, según Carvalho, muestra que fuera de Sudamérica ya se comienza a percibir que países como Argentina y Brasil tienen las condiciones, el público, el mercado y la infraestructura para eventos como un Masters 1000.
Para que Río ascienda de categoría, señaló Carvalho, sería necesario una inversión financiera superior, “una comprobación de sostenibilidad económica y capacidad de organización”, así como mejoras en las estructuras y en los servicios del torneo tanto para el público como para los tenistas y la organización.
Una de las exigencias es levantar una cancha con un aforo de 10000 personas, mientras que la actual pista central de Río cuenta con 6200 asientos. No obstante, matiza que no sería necesario construir un estadio permanente, puesto que Monte-Carlo, al igual que Río, organiza su torneo en un club con tribunas desmontables.
Según Carvalho, así como lo destacó Murray, el principal diferencial de Sudamérica es “la pasión y la energía que el público lleva a los juegos”. El dirigente agregó que el mercado deportivo de Sudamérica tiene un enorme potencial, aún poco explotado en el tenis, por lo que espera que algún día la ATP le dé a la región la oportunidad de organizar un evento de mayor categoría.
“Sudamérica no tiene el capital de otras regiones más desarrolladas, pero nada se compara al público latinoamericano en términos de espectáculo. Un Masters 1000 es un sueño que puede darle un impulso sin precedentes a la economía y al interés por el tenis en Sudamérica”, completó el brasileño.