Agustina D’Apolito nació en una familia de emprendedores. Es nieta de Salvatore Guarracino, el fundador de la tradicional heladería Freddo, y hace ocho años abrió en Miami el restaurante “Tatore”, en honor a su abuelo. De cocina fusión italoargentina, se convirtió en el delivery preferido de Lionel Messi.
“El papá de Messi tiene un departamento cerca y muchas veces viene a ver algunos partidos al restaurante. Pero Messi prefiere no salir y, como Celia (su mamá) conoce a mi mamá, nos escribió a ver si le podíamos mandar la comida y ahora le hacemos muchísimos caterings”, contó Agustina. En su larga lista de eventos, “Tatore” también cuenta con algunos realizados para la Selección argentina.
Entre sus próximos proyectos la joven emprendedora tiene en carpeta abrir otro local de “Tatore” en Miami, y está ultimando las negociaciones con el Inter de Messi para ser la firma a cargo del restaurante del estadio.
De las multinacionales al restaurante furor de Miami, con ADN emprendedor
Agustina estudió Economía y en Estados Unidos trabajó para empresas multinacionales, como British Petroleum y Coca-Cola, pero con el tiempo decidió volver al rubro gastronómico y estudió pastelería. Es que nació en una familia con ADN emprendedor. Su abuelo Salvatore creó una de las más tradicionales firmas de helados de la Argentina y su papá forjó una carrera al lado de su suegro.
Si bien su mamá Teresa Guarracino estuvo al frente de algunos restaurantes en la Argentina e incluso de una agencia de turismo, la joven emprendedora debió romper con algunos mandatos familiares antes de decidirse a abrir su propio local en Miami y combinar la vida empresarial con la maternidad.
“En mi primer emprendimiento en la Argentina vendía viandas para empresas que no tenían comedor en planta. Al tiempo mi papá falleció y, como mi familia es muy tradicional, del tipo de que la mujer no trabajaba tanto, cuando mi papá ya no estaba dije ‘ahora es el momento y voy a tener el apoyo de mi mamá para irme’ y decidí venir a Miami a probar”, recordó.
Fue entonces que, con el respaldo de su mamá, le compró a un argentino un restaurante casi fundido en la Florida. “Mamá me ayudó un poco, pero es principalmente mío”, aclaró.
“Cuando llegué, Miami no era el Miami de ahora. No había tantos argentinos y al principio me costó muchísimo que la gente nos conozca, pero después empezaron a venir un montón de famosos argentinos y eso nos ayudó”, remarcó Agustina.
Tatore, el restaurante italiano en honor al ‘nonno’
Cuando era chico, a Salvatore le decían Tatore en su pueblo natal y cuando Agustina tuvo que elegir el nombre de su restaurante italiano en Miami, no dudó en hacerlo en honor al ‘nonno’.
Además de la receta tradicional del helado, la joven emprendedora se llevó con ella un montón de enseñanzas de su abuelo. “Él nos decía siempre que para mandar hay que saber hacer un poco de cada cosa, aunque no se sea especialista en todo. Y eso en la pandemia nos salvó, porque fue un momento en que tuvimos que seguir a puertas cerradas, sin empleados, y nos pusimos a trabajar mamá y yo, y pudimos llevar el restaurante adelante”, recordó.
También señaló que esa actitud ayuda a que “los empleados vean que el dueño trabaja con dedicación y se incentivan a trabajar a la par”.
Otra de las enseñanzas grabadas a fuego por Salvatore Guarracino en su nieta es que el emprendedor debe estar al frente de la marca. “Nuestro abuelo siempre nos decía que es importante que la gente asocie al dueño con la marca y fue lo que tratamos de hacer desde el principio. Hoy, van al restaurante y preguntan por mí o por mi mamá y esa es la insignia del lugar; todos nos conocen y a veces van incluso a charlar con nosotras”, añadió.
Al principio, la gente se acercaba por los helados, pero después fueron conociendo la oferta gastronómica con sello casero y creció el negocio: “Mucha gente conocía nuestra historia y venían a probar los helados, porque no había ese tipo de helados acá, pero una cosa que gustó mucho fue que hacemos la pasta casera delante de todos, que acá no es muy común, y les encantó vernos trabajar y a los dueños en el lugar”.
Además de la familia Messi, pasaron por el local Lali Espósito, Pampita, la China Suárez, Jimena Barón, Paula Chávez, el Chato Prada, Federico Hoppe, Gimena Accardi, Yanina Latorre, Claudia Albertario, Diego Torres, Santiago Maratea, entre otros.
Su carta de comidas es fundamentalmente de cocina italiana, pero de a poco fue incluyendo productos caseros que causaron furor en un mercado dominado por la comida rápida. “La gente no estaba acostumbrada a lo casero, porque en Miami es todo prefabricado”, mencionó. Así, “Tatore” se convirtió en uno de los restaurantes elegidos por los argentinos que viajan a La Florida, pero también tiene su clientela argentina habitual que vive allí.