Tras el revuelo que generó la suba del 30% en las dietas de los legisladores -y el cuestionamiento que provocó hasta del propio Javier Milei, el presidente de la Cámara de Diputados, el libertario Martín Menem, firmó una resolución para retrotraer las dietas de los diputados y senadores. Y giró la resolución para que también la acompañase su par del Senado, Victoria Villarruel. Pero la vicepresidenta no la firmó ni lo hará, según indicaron fuentes oficiales.
Detrás de la decisión hay varias cuestiones. Hablan de una intromisión del Poder Ejecutivo (por el reclamo del Presidente) en el Poder Legislativo, de la propia pérdida del poder adquisitivo de los salarios de los senadores frente a la alta inflación y de que hasta el Gobierno otorgó aumentos a sus funcionarios. “El clima es muy irritante”, grafican en el oficialismo, una frase que gana peso, sobre todo, tomando en cuenta que el propio Javier Milei tuvo que anunciar que anulará el aumento que tuvieron él mismo y sus ministros.
Pero el eje más importante es político: según entienden del lado de la vicepresidenta, congelar el incremento de las dietas de los senadores generaría un terremoto en la Cámara alta, un territorio en el que el oficialismo tiene una enorme debilidad y el peronismo es la primera minoría, con 33 senadores propios (le faltan apenas 4 para el quórum).
Según interpretan cerca de la Presidencia del Senado, en caso de que Villarruel acompañase la resolución de Menem posiblemente lo que ocurriría es que hasta los senadores que hoy juegan de muy aliados del oficialismo se terminen rebelando. Manejan, incluso, un escenario: que los propios senadores convoquen a una sesión y se autoregulen las dietas.
Dicen que el reglamento lo habilita. “Villarruel es la presidente de la Cámara, pero el Senado es de los senadores”, fundamentan.
Este martes hay convocada una reunión de Labor Parlamentaria en la que Villarruel y los jefes de todos los bloques discutirán qué hacer con las dietas. La convocatoria indica que será una decisión conjunta y no solo de la presidente del Senado.
Detrás del factor político también pesa el eventual tratamiento del Decreto de Necesidad de Urgencia de Javier Milei de diciembre pasado y que modifica más de 300 leyes. La bancada del Frente de Todos, que agrupa a peronistas y kirchneristas, se propone ir al recinto este jueves para votar el rechazo del megadecreto. De lograrlo, sería un golpe para la administración de Javier Milei: hasta ahora jamás le voltearon un DNU a un presidente en ejercicio.
El oficialismo en el Senado trabaja para evitar que el FdT logre quórum en esa eventual sesión. Las negociaciones son difíciles por diferentes motivos. Por un lado, porque La Libertad Avanza tiene un bloque de apenas 7 senadores.
Por el otro, porque hay 39 senadores que no responden a ningún gobernador y otros 8 que a veces hacen lo que les pide el gobernador de su provincia y otras veces, no. Así, las negociaciones son uno por uno, cuando lo usual en administraciones anteriores era directamente hablar con los jefes políticos de los senadores.
“Garantizar la gobernabilidad”
Retrotraer las subas de las dietas generaría mayor tensión en el Senado, lo que podría favorecer -alegan en el oficialismo- a que el peronismo tenga quórum para el tratamiento del rechazo del DNU.
“El objetivo de Victoria es garantizarle la gobernabilidad al Gobierno, su decisión apunta a beneficiar al Poder Ejecutivo”, sostienen cerca de la vicepresidenta. Insisten con que dar marcha atrás con el incremento salarial seria “dinamitar todo” con los bloques aliados e implicaría también una pérdida de autoridad para Villarruel.
Pese al empeño de Villarruel, a un ala del Gobierno parece no importarle demasiado que se caiga el DNU. Así lo admitió al menos un funcionario de primera línea.
¿El rechazo del decreto más la suba de las dietas podría servir para una estrategia de demonizar al Congreso? Eso al menos interpretan en sectores del oficialismo.
Por otro lado, y de acuerdo a lo que se escucha en la bancada de LLA del Senado, lo que se busca es evitar que Villarruel “rife su autoridad como hizo Menem primero con la Ley Ómnibus y ahora con las dietas”.
Los salarios de los senadores están por encima de los $ 2 millones, Los diputados cobraron por el mes de febrero un importe neto de $ 2.174.887, a lo que hay que agregar lo que se percibe por desarraigo que llegó a $464.090,29. En enero, las dietas estuvieron en $ 1.699.000 y $ 323.789,25, por desarraigo.
El senador por Formosa José Mayans, presidente de la bancada peronista, presentó este viernes un proyecto para equiparar los salarios de los tres Poderes del Estado, órganos extrapolares, organismos descentralizados de la Administración Pública Nacional y empresas y sociedades del Estado. La iniciativa habla de “equidad”.
Mayans propone fijar un tope máximo a la percepción de haberes de las máximas autoridades del sector publico nacional. Fija que las remuneraciones no puedan superar los 20 salarios mínimos “por todo concepto”. Para funcionarios de menor jerarquía, el proyecto estipula el equivalente a 15 mínimos. Desde este mes, el salario mínimo es de $202.800.
La disparidad en el Estado es enorme: según dicen en el Senado, un juez de Cámara cobra arriba de $ 10 millones por mes.