El directorio del Banco Central (BCRA) oficializó este jueves la decisión del Gobierno de flexibilizar la importación a productos de la canasta básica. Aunque fue anunciado como una “apertura” de importaciones, el mecanismo ya estaba abierto. Sin embargo, quienes compraban mercadería al exterior accedían a los dólares al precio oficial en cuatro cuotas diferidas a 30, 60, 90 y 120 días.
A partir de hoy, la totalidad de las divisas necesarias para pagar importaciones de artículos de la canasta básica estará disponible 30 días después de oficializar la operación con el proveedor del exterior. Así lo estableció el BCRA en la Comunicación “A” 7980.
En el anexo de 21 páginas que acompaña la resolución del BCRA, el organismo detalla las posiciones arancelarias aduaneras para todos los productos básicos que ahora tendrán este régimen simplificado de importaciones. A nivel de categorías, el Gobierno ya había dejado trascender que podrían ser importados con mayor facilidad: banana, papas, carne de cerdo, café, atún, productos de cacao, insecticidas, shampoo y pañales.
El Gobierno, preocupado por la inflación
La decisión del Gobierno de facilitar las importaciones de productos básicos responde al diagnóstico oficial de que los precios aumentaron demasiado en dólares porque los empresarios esperaban un escenario económico y financiero más complejo que el que finalmente se dio.
Las autoridades esperan que la entrada de productos del exterior actúe como precio de referencia y discipline a los costos internos de esos mismos productos. La medida despertó preocupación en la industria local.
“Nos mandan a competir sin capacidad, sin financiamiento, sin crédito, con una tasa impositiva alta y con energía alta, obviamente que vamos a fracasar”, resumió el referente de Apyme Santa Fe, Mario Galizzi, empresario de una de las principales provincias productoras de alimentos de la Argentina.
Economistas consultados por TN, en tanto, consideraron que el efecto del ingreso de productos extranjeros sobre la inflación puede existir, pero será acotado. Algunos indicaron que será una suerte de shock, que luego se digerirá en el indicador de precios.
En esa línea, el Gobierno pidió a empresarios y supermercadistas que cambien la forma en que aplican promociones y descuentos sobre los productos. El ministro Luis Caputo explicó que el INDEC no logra captar la baja de la inflación porque no toma en cuenta que los consumidores no pagan el precio de lista de los productos sino los valores con bonificación incluida.
Algunas cadenas de supermercados ya empezaron a modificar la dinámica de las promociones. Sin embargo, los economistas creen que el impacto de ese cambio sobre la medición de inflación también será bajo porque solamente afecta a los precios que se relevan en grandes supermercados, que no son los únicos que registra el organismo estadístico.