Este viernes por la mañana el presidente Javier Milei se refirió a la reacción de los bonos soberanos argentinos, que operan a la baja en la apertura del mercado con retrocesos de hasta 1,8%, tras la decisión del Senado de no apoyar el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70 de desregulación económica que lanzó en los primeros días de su gobierno.
“Así lee el mercado cuando los ORKOS dan un paso adelante”, escribió primero el libertario y luego apuntó: “Mientras nos esforzamos para sacar el país adelante traccionando desde una baja del riesgo país y la tasa de interés, ellos se ocupan de empobrecer”.
Para cerrar, afirmó: “Nunca dijimos que sería fácil pero al final del camino triunfaremos”.
Los datos replicados por el mandatario corresponden a un posteo de Julián Yosovitch, periodista especializado en mercados, titulado “Riesgo político”. Allí se asegura: “Lo que queda en riesgo tras el rechazo del DNU por el Senado es la confianza del mercado en que el Gobierno pueda hacer delivery de lo que prometió en campaña”.
Tras ello, se indica que la rama legislativa de La Libertad Avanza “está muy comprometida” debido a la poca cantidad de senadores y diputados que tiene y a su vez se advierte: “El riesgo está en llevar al país a una crisis política que afecte las expectativas y sea aún más difícil bajar la inflación y mantener la estabilidad cambiaria”.
En este marco Yosovitch desliza una posible suba de la inflación y del dólar paralelo por el ruido político. “Afectar las expectativas es el peor escenario. Un rally del dólar o un rebrote inflacionario podría poner en riesgo todo el esfuerzo que hizo la sociedad en materia de inflación (salarios reales más bajos) y en actividad. Probablemente el Gobierno salga a reforzar la idea de que el ajuste fiscal se mantiene y remarque que la tendencia en la inflación sigue a la baja”, cierra el mensaje.
La primera reacción de Milei
El jueves por la noche, tras el rechazo del DNU en el Senado -que de todos modos y por el momento sigue vigente- el Presidente compartió y les puso “me gusta” a varios mensajes en sus redes sociales. Antes de la votación, cuando el Senado rechazó postergar el debate, había puesto like a una publicación de Mauro Mazza, jefe de economía de Bull Market, el broker de Ramiro Marra, en el que llamaba a mandar mensajes y llamar a los legisladores a que votaron a favor de que se trate el DNU.
El titular del Ejecutivo nacional también compartió un mensaje de Fernando Iglesias, diputado de Pro, en el que afirmó que se trata del “primer DNU de la historia rechazado por una cámara” y marcó: “Los que se subieron al club del helicóptero peronista, háganse cargo”. Sin embargo, la publicación del legislador es incorrecta, ya que se trata de la cuarta vez que el Senado vota en contra de un DNU y la sexta que una cámara lo hace (en otros dos casos fue la Cámara baja la que votó de manera negativa).
El libertario compartió, en otro posteo, nombres y caras de todos los senadores que votaron de manera negativa y justificó su postura de identificar a cada cual al validar otros mensajes que enfatizaban que se trata de “información pública”.
El rechazo al decreto
En medio de un clima de tensión con la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien le dio el visto bueno a la sesión pese a la intención de Milei de que no prospere, la Cámara de Senadores rechazó el jueves el megadecreto 70/23 de desregulación económica que lanzó el Gobierno a mediados de diciembre. El proyecto recibió 42 votos a favor, 25 en contra y 4 abstenciones.
Además del kirchnerismo, que sentó a la totalidad de sus 33 senadores, votaron por el no los radicales Martín Lousteau (Capital), Pablo Blanco (Tierra del Fuego) y Edith Terenzi, que responde al gobernador de Chubut, Ignacio Torres (Pro). También lo hicieron los provinciales Mónica Silva (Río Negro); José María Carambia y Natalia Gadano (Santa Cruz); Lucila Crexell (Neuquén); y los peronistas del bloque Unidad Federal Carlos Espínola (Corrientes) y Edgardo Kueider (Entre Ríos).
Más allá del duro impacto político a la administración libertaria, el DNU se mantiene vigente. Ahora deberá expedirse la Cámara de Diputados. A la oposición le faltaría una decena de votos para voltear el decreto.
En este escenario, y mientras se mantenga la diferencia, difícilmente prospere una sesión convocada por la oposición más dura. El Gobierno queda nuevamente condicionado frente a la UCR, Hacemos Coalición Federal y los demás bloques dialoguistas, tal como sucedió con la ley ómnibus.