Los salarios del Gobierno quedaron en el ojo de la tormenta en el medio de las críticas de Javier Milei a los senadores por el aumento de las dietas parlamentarias.
El Presidente despotricó contra la política sin tener en cuenta el aval de sus senadores para que la votación se llevara a cabo y que el mismo jueves firmó un DNU para ascender a tres funcionarios al rango de ministros y equilibrar la escala salarial congelada. Ya hay 3 secretarios con rango de ministro además de los ocho que integran el Gabinete.
El congelamiento en los cargos superiores de la administración pública genera desfasajes y permite que directores nacionales puedan cobrar más que varios de sus superiores.
El Presidente firmó el DNU 337/2024 y elevó al rango de ministro a dos funcionarios clave de su administración: a su hermana Karina, la secretaria general de Presidencia, y al secretario de Legal y Técnica Javier Herrera Bravo.
La primera tiene a su cargo la agenda presidencial, el funcionamiento de Olivos y la Casa Rosada, pero en la práctica es la persona de mayor confianza del mandatario y la responsable del armado político del oficialismo. El segundo tiene a su cargo la redacción y supervisión legal de proyectos de ley y de las resoluciones, decretos y avisos que se publican diariamente en el Boletín Oficial. Ninguno de los dos y mucho menos Karina necesitaba ser ungido con un rango superior para ejercer más autoridad.
El ascenso del secretario de Prensa Eduardo Serenellini -incluido en el mismo DNU- sorprendió más, porque hace solo días había sido degradado a su cargo original de Secretario, en la misma resolución que empoderó a Manuel Adorni, que a pesar de que el vocero es en los papeles subsecretario. En la práctica es Adorni quien está a cargo formalmente de la comunicación del Ejecutivo.
El ascenso de Adorni -muy cercano a la hermana del Presidente y con una interna subterránea con Serenellini- exhibió las diferencias de criterios entre los hermanos Milei por la conducción política, cuyo clímax se vio con los cambios de autoridades en los bloques de diputados en el Congreso y en la legislatura porteña.
El jefe de Estado y Serenellini tienen una relación cercana, de amistad. “Es una decisión del Gobierno. No pregunta y se dedica a su trabajo tal cual indica el Presidente”, minimizaron los cambios en la secretaría de Comunicación. El subalterno de Serenellini, el subsecretario Javier Lanari, en la práctica es la mano derecha de Adorni.
La secretaria general de Presidencia se quedó además con Unidades Redistributivas de jefatura de Gabinete que le permitieron aumentar su Presupuesto en 40 millones de pesos, como informó Clarín.
Cada vez más funcionarios superiores del Gobierno ven con preocupación sus atrasos salariales. Ya hay directores nacionales que cobran más que secretarios y subsecretarios, quienes alertan que si la situación no se corrige en los próximos meses los coordinadores nacionales quedarán también por encima en la escala salarial.
Ese detalle sucede, porque para el Presidente, vice, ministros, secretarios y subse los sueldos están congelados desde diciembre mientras que directores y coordinadores -cargos de planta política- dependen del convenio del Sistema Nacional de Empleo Público (Sinep) y se ajustan por las paritarias de UPCN y ATE, que recibieron un aumento de 16% en enero, 12% en febrero y 8% en marzo.
Los recibos de sueldo de los cargos más altos del Gobierno llegaron en marzo con fuertes descuentos luego de que tuvieran que devolver el incremento del 48 por ciento que el Presidente había otorgado en el artículo 4 del decreto 206 del 9 de marzo, que terminó derogando 48 horas después. Así un subsecretario de Estado terminó por cobrar en mano en marzo menos de 797 mil pesos.
El Presidente dio marcha atrás con el aumento de sueldo bruto que había pasado de 4.068.738,23 pesos a 6.025.801, y motivó cruces con Cristina Kirchner. El salario de los altos funcionarios seguirá siendo en los papeles el mismo que en diciembre: 3.767.339,40 pesos para la vicepresidenta; 3.584.006,00, para los ministros; 3.282.709,47 pesos, para los secretarios; y 2.981.513,49 pesos, para los subsecretarios.
Algunos de funcionarios de la gestión de Milei sostienen que cobran menos nominalmente que los de la administración de Alberto Fernández, porque -tras la modificación de Ganancias- no pueden declarar exenciones y son alcanzados por el tope anterior al cambio de ley. El paquete fiscal que el Gobierno acaba de enviar al Congreso acaso traiga alivio en ese sentido.