A pesar del fuerte resquebrajamiento de La Libertad Avanza (LLA) en el Congreso, Karina Milei avanza a paso firme en su excluyente armado y está muy próxima a reunir los cinco partidos nacionales que necesita para inscribir el sello a nivel nacional.
Sin darles crédito a los golpeados dirigentes propios que dejan afuera en los distritos, en la Casa Rosada creen que en julio contarán con los papeles para formalizar la inscripción a nivel nacional que les servirá como plataforma para las próximas elecciones legislativas.
La secretaria general ya tiene la marca en La Rioja, donde lidera Martín Menem; presentó el partido en CABA con Juan Pablo Scalese; la semana pasada se aseguró la estructura en Salta de la mano de Alfredo Olmedo; y la que viene avanzará ante la justicia electoral de Santa Fe con Romina Diez y en Río Negro con Lorena Villaverde. Mientras tanto, avanza en Tierra del Fuego y en Mendoza.
La sentencia de la Cámara Nacional Electoral (CNE) en Córdoba será clave. Allí, el grupo de libertarios disidentes encabezados por la diputada Celeste Ponce apeló el uso del sello de la coalición para un partido conducido por el alfil de Karina Milei, Gabriel Bornoroni, el flamante jefe de bloque de los diputados nacionales libertarios que ganó la discusión en la justicia local y ahora aguarda el fallo nacional. Si fuera favorable, ese documento representaría un aval clave para sentar un precedente que le allanaría el camino en el resto de los distritos y, por extensión, en la Nación.
En Santa Fe, la funcionaria empodera a Romina Diez, una de las pocas diputadas de su confianza, que tenía una alianza con el referente del PRO Federico Angelini, pero se alejó para volcarse a las filas libertarias.
Muy activa durante la campaña del 2023, solía vérsela arriba de los escenarios durante los actos de Javier Milei y fue la encargada de recibir a Karina en la ciudad. La rosarina le disputa poder a la legisladora provincial y presidenta del Partido Libertario local, Silvia Malfesi; y tiene una relación distante con la diputada Rocío Bonacci, la podóloga oriunda de Funes que se hizo conocida cuando presentó un proyecto para derogar la ley de aborto que, luego, fue desautorizado por la Casa Rosada (no por falta de acuerdo sobre el contenido, sino porque no consideraban que fuera el momento político adecuado).
Río Negro es uno de los primeros distritos donde intentaron inscribir el partido LLA, en febrero. Pero la semana que viene, Karina tiene planeado viajar para apuntalar al dirigente local César Domínguez, que formaba parte del Partido Justicialista (PJ) y se desafilió este año para volcarse a las “ideas de la libertad” con su fuerza Primero Río Negro; y a la empresaria Lorena Villaverde, que empezó de la mano de Ramiro Marra pero construyó una relación cercana con Karina, fue premiada con la presidencia de la relevante Comisión de Energía de la Cámara baja y estuvo en cada comitiva de legisladores que visitaron el búnker, durante la campaña, y la Casa Rosada desde que se inició la gestión.
Otra parada inminente en el calendario de la funcionaria es Mendoza, quizá el distrito más conflictivo. Allí Karina apoya a la diputada Lourdes Arrieta y enfrenta al dirigente Alejandro Gustavo Barraza, que no cuenta con el aval de “el Jefe” y también reclama el nombre del espacio para su agrupación.
Por lo pronto, el lunes el Boletín Oficial informó que el juez federal con competencia electoral en Mendoza, Pablo Quirós, comenzó un trámite de reconocimiento del partido en este distrito, con Arrieta como titular de la Junta Promotora, seguida por el abogado David Miguel Litvinchuk, una señal a favor de la secretaria general.
En tanto, en Tierra del Fuego los libertarios iniciaron en febrero el proceso de reconocimiento de su personalidad jurídico-política, liderado por el legislador Agustín Coto, que había coqueteado con la posibilidad de presentarse como candidato a gobernador pero reculó en un contexto de diferencias con espacios locales.
Finalmente, Milei apoyó la candidatura de la pastora Andrea Almirón de Pauli, que terminó en tercer lugar por detrás de Héctor Stefani, del PRO, y del radical kirchnerista Gustavo Melella, que logró la reelección. Asiduo visitante de los búnker de la carrera de 2023, Coto pudo asegurarse una banca en la Legislatura y la confianza de Karina Milei, que lo invitó al evento de presentación del partido en la ciudad de Buenos Aires y ahora lo respalda como referente local.
El primero en inscribir el partido fue el actual presidente de la Cámara de Diputados, Menem, en su provincia de origen, La Rioja, en 2021, de la mano de su primo, Eduardo “Lule” Menem. Hoy, Lule asesora a Karina y opera en su nombre, en tándem con el vicejefe del ministerio del Interior, Lisandro Catalán, que trabaja bajo la órbita de Guillermo Francos y se ocupa principalmente del armado territorial; con el abogado Santiago Viola, que trajina a diario los pasillos del primer piso de la Casa de Gobierno, entre las oficinas de la Secretaría General de Karina y la de Lule; y con el consultor Santiago Caputo.
El objetivo de la hermana de Milei es crear una fuerza propia sin dependencias de actores que consideran secundarios en las provincias que, sin embargo, les “prestaron” sus respectivas estructuras jurídicas en el inicio del camino proselitista de Javier Milei. Pero el principal motivo es construir un fuerte propio para consolidarse ante los ofrecimientos de PRO.
En ese punto en particular hay diferencias internas. Varios libertarios de peso creen que de manera indefectible deberán enfilar hacia un pacto con el partido de Mauricio Macri, simplemente, porque no cuentan con cuadros políticos suficientes para desplegarse como desean.
Además, no quieren enfrentarse a nuevos escándalos como los que les “aparecieron” por abrazar a dirigentes desconocidos hasta por los propios líderes en la desesperación por llenar casilleros. “Que sea nuevo no significa que sea bueno”, dijo un alto funcionario nacional que trabaja en el armado territorial y cree que una alianza con PRO debería forjarse “naturalmente”.
De todas formas, aún los más proclives a sumar a los aliados amarillos en las próximas elecciones advierten que la discusión debería partir de la base de que los libertarios, en tanto ganaron la Presidencia, tienen el mayor poder de decisión en la negociación de lugares en las listas, y de veto para ocupar cargos en el Gobierno, como hasta ahora.