El titular de la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), Ricardo Zorzón, se refirió a la situación del sector y adelantó que se espera que la “industria acompañe” con una retracción de precios para repuntar el consumo.
Tras conocerse el informe mensual de la CAME sobre la caída de las ventas pyme en abril, radio La Red consultó al presidente de la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), Ricardo Zorzón, quien advirtió una retracción muy importante con respecto al año pasado de un 10% y, con respecto a marzo, una baja del 3% en las ventas de supermercados en la provincia del Chaco.
“Los productos que más bajaron son bebidas alcohólicas y gaseosas”, puntualizó Zorzón y señaló que los consumidores priorizan los alimentos. En ese sentido, remarcó que si bien el consumo de la carne “últimamente bajó un poco”, a su vez, “es un componente de la olla que, con estos precios, nunca termina siendo caro, obviamente los cortes más económicos que la gente con menos recursos puede comprar”.
“Con una caída de ventas y el aumento de los costos fijos, se complica muchísimo. No es sencillo. Cada cual ve que es lo que puede achicar, no hay una fórmula para eso”, sostuvo sobre la situación de los supermercados locales.
Consultado sobre la apertura de la importación de alimentos, Zorzón indicó que “en Buenos Aires ya están empezando a llegar, pero en la zona todavía no”. “No son tan significativos porque se habla de café, de atún, algún papel higiénico. Pero a la zona yo veo que todavía no llegó”, remarcó.
En cuanto al impacto de las promociones de los hipermercados y mayoristas en las ventas de los minoristas, el titular de la CAS planteó que los “productos de la canasta todos tienen vencimiento y hoy con un bajón de venta hay que deshacerse de ellos antes de que llegue la fecha de vencimiento y muchos hacen eso. Siempre en un reacomodamiento así existe una dispersión de precios”.
También se refirió al cierre de supermercados en la ciudad y sostuvo que “en todo el país se está repitiendo eso”. “En la época de crisis suceden estas cosas. Es un negocio muy, muy finito el supermercado. Hay un 3% de una utilidad ansiada por todos. Pero donde uno hace un número mal y se va 3% abajo y cuando se quedó sin mercadería hay que cerrar las puertas”, advirtió.
Por último, sobre la desaceleración de la inflación y la información de algunos precios que han bajado, sostuvo que “se ve muy poco” y consideró que la “industria va a tener que apoyar un poco eso, porque estaban tomando un dólar mucho más alto y hoy el dólar está en mil pesos”. “La mayoría de la industria tiene siempre componentes importados, ya sea materia prima, insumos, plástico, así que supongo que eso va a tener que ser reflejado en los precios finales”, concluyó.