Damián Varela aún sigue en la lista de los niños buscados, fue robado el 1 de julio de 1990 de la puerta de su casa y después de 34 años el caso sigue siendo un misterio para sus padres. “Todavía seguimos con la esperanza de encontrarlo, con la idea de que alguien pueda aportar algún dato”, sostuvo su papá a pocos días de haberse cumplido otro año de aquel fatídico domingo.
“Ese día nos levantamos temprano porque Damián era chiquito, de 4 meses y 25 días. Estábamos su hermano César de 5 años, mi esposa y yo. Se jugaba el Mundial de Italia, en el año 90, y era la final de Argentina y Alemania, yo salí porque tenía que hacer unos papeles. Mi hermano había comprado una camioneta y se fue a sucesión, entonces teníamos que coordinar con la persona que iba a quedar como dueño de la camioneta para hacer una transferencia. Nos encontramos que no hubo acuerdo y fuimos a una confitería, donde miramos el primer tiempo del partido y, en el transcurso del descanso, me largué para la casa y cuando llegó me encuentro muchísima gente y la policía”, recordó sobre las horas previas a la desaparición del pequeño.
Julio hace memoria y, si bien el primer tiempo estuvo bajo un estado de shock por lo sucedido, señala: “Cuando me ubiqué en tiempo y espacio, empezamos con la búsqueda por donde había algún dato, todo Sáenz Peña, se cerraron todas las salidas del Chaco y del país, se revisó y se trabajó”.
Asimismo, sostuvo que existen coincidencias con el caso de Loan Peña y apuntó contra la labor entre la policía local, la federal y la justicia: “Cuando se pasó para que trabaje en el fuero federal, se molestaban entre los policías, cuando tenían que aunar las fuerzas con el solo propósito de encontrar a Damián”.
“Al principio y durante varios años, la gente tenía la buena intención de colaborar, contándome datos de criaturas. Se exhortó a varias provincias, viajaba, he llegado a hacer ADN de un chico de Rosario, otro de Córdoba y uno de Catamarca”, contó sobre lo que vivió durante los primeros años tras el rapto de su hijo. Además, expuso como llamativo que el “caso de Loan, de Guadalupe de San Juan y de Damián, pasaron en el mismo mes”.
“Ya sé que a Damián no lo voy a encontrar chiquito, tampoco pretendo que me diga papá, pero si quiero contarle la verdad, que se lo llevaron”, expresó Julio.