El flamante ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, prepara una serie de decretos para la eliminación de más de 60 organismos del Estado. El objetivo es reducir la estructura del organigrama estatal sin la necesidad de someterse a las voluntades del Congreso. Junto al ministro trabajan el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y la secretaria de Planeamiento Estratégico, María Ibarzábal.
A la bautizada (pero que todavía no fue plasmada en un texto definitivo) Ley de Hojarasca, marca distintiva del ex titular del Banco Central, se le suma la tarea de hacer valer las facultades extraordinarias que posibilitan que el presidente Javier Milei pueda “modificar o eliminar las competencias y funciones” de los entes.
Para implementar esas reformas, el Poder Ejecutivo evalúa que Sturzenegger sea su representante en el Consejo de Mayo, el organismo que debe trabajar en la implementación y cumplimiento de los lineamientos establecidos en el pacto que se firmó el pasado 9 de Julio, en Tucumán.
De esta forma, y con el avance en materia de desregulación como eje clave, en la administración libertaria ven con buenos ojos a Sturzenegger, aunque tampoco descartan al vocero presidencial, Manuel Adorni, ni al diputado José Luis Espert, para la silla que todavía está vacante.
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