Edinson Cavani fue uno de los pocos jugadores capaces de movilizar a miles de hinchas de Boca un helado lunes de julio hacia La Bombonera, a pesar de que no había partido del plantel profesional. Un día como hoy, pero de 2023, el eximio goleador uruguayo era presentado como nuevo refuerzo del Xeneize después de varios coqueteos que habían tenido en el pasado. A pesar de que ahora es uno de los artilleros absolutos del equipo, sus primeros meses no le mostaron un camino fácil. ¿Qué pasó en este último año? Ilusión, sequía, goles y un apoyo incondicional de la gente en el peor momento.
Aquella especial presentación que le preparó el club en el Alberto J. Armando demoró un par de años en concretarse. Desde el día que el nacido en Salto confesó en una entrevista que su sueño era jugar en Boca y festejar los goles colgado del alambrado como su compatriota Sergio Manteca Martínez, la dirigencia del cuadro de la Ribera se movilizó para contratarlo.
Luego de rescindir su contrato con Manchester United en 2022, el Consejo de Fútbol le presentó una oferta que parecía que estaba muy cerca de ser aceptada por el delantero. Empapados de ilusión, cientos de hinchas se aproximaron al Aeropuerto Jorge Newbery para recibirlo y darle una calurosa bienvenida, aunque Cavani nunca llegó. Agradeció la propuesta, pero la rechazó y decidió firmar con el Valencia español.
Sin embargo, la espera no se hizo tan larga. El Matador se fue del elenco Che un año más tarde después de cinco meses sin una continuidad sostenida. En ese momento resolvió dejar su cómoda vida en Europa detrás y acordó su llegada al Xeneize tras varias conversaciones con Juan Román Riquelme, con quien siempre conservó una estrecha relación.
“Las charlas se habían hecho de amistad, tenemos una linda relación y hablamos de varias cosas. Las cosas se dan cuando tiene que ser. Uno a veces toma ciertas decisiones y en este momento decidí venir acá. Había muchas cosas que reunían el deseo de poder volver, tenía ganas de estar cerca de casa y creo que no hay país tan parecido al mío como Argentina ni club como Boca para hacer mis últimos pasos de la carrera“, contó en la previa de su presentación.
Los simpatizantes que se agolparon en La Bombonera -ahora sí- para saludarlo le firmaron un cheque en blanco de cariño. Ni bien pisó el césped, lo ovacionaron al grito de “uruguayo, uruguayo”. Cavani devolvió el gesto y cantó junto a su familia un poderoso “dale Boca, dale Bo”.
Los cinco meses del horror para Edinson Cavani en Boca
“Auspicioso” podría ser un adjetivo preciso para pintar el debut de Cavani en el Xeneize, el día que derrotó por penales a Nacional de Uruguay por los octavos de final de la Copa Libertadores 2023. “Decepcionante” podría caberle al capítulo octubre 2023 – marzo 2024 en la vida futbolística del uruguayo en Boca.
El Matador anotó un gol clave a principios de octubre para que el conjunto boquense, comandado en ese entonces por Jorge Almirón, batiera a Palmeiras en Brasil, nuevamente por penales -él erró el suyo en la tanda, pero abrió el marcador en los 90-, y se clasificara a la final del máximo certamen continental. Hay que aclarar que también recibió sendas críticas por una jugada puntual en la final ante Fluminense en la que decidió dar un pase hacia atrás en lugar de patear al arco cuando estaba muy cerca de enfrentarse con el arquero rival.
A mediados de ese mes, el oriundo de Salto marcaría su último tanto del 2023 frente a Talleres por la Copa Argentina. En sus primeros 18 partidos, solo había rematado 12 veces al arco (de los 31 que intentó). Si bien la derrota contra el Flu marcó el fin del ciclo de Jorge Almirón, no logró erosionar la banca del hincha con él, pese a los cuestionamientos que surgieron de algunos grupos particulares y las flojas estadísticas con las que cargaba.
594 minutos tuvo que esperar para volver a romperse la garganta en un grito de gol. Fue en una especial noche frente a Belgrano en La Bombonera, en el marco de la octava fecha de la Copa de la Liga. Mientras el estadio Monumental se burlaba de él y gritaba los goles que metía en el precalentamiento de forma irónica, el Alberto J. Armando tomó otra postura y salió a respaldar al delantero. El “uruguayo, uruguayo” retumbó con muchísima fuerza en esa jornada de marzo del 2024. Y él respondió con goles.
Cavani se destapó ante el Pirata cordobés y marcó un hat-trick para la victoria por 3-2. Aunque los números le seguían mostrando un saldo negativo (seis goles en 21 partidos disputados), el Matador consiguió generar un quiebre. A partir de ahí, su capacidad goleadora aumentaría hasta el punto de convertirse en uno de los delanteros claves del plantel y de los más idolatrados por el hincha.
Flechazo boquense: el destape de Cavani como goleador
Si bien todavía no pudo consagrarse campeón desde su llegada al Xeneize, el ex-PSG y Napoli conformó una dupla intratable con Miguel Merentiely fue uno de los responsables de eliminar a River, el rival de toda la vida, en los cuartos de final de la última Copa de la Liga. Apenas anotó su gol de cabeza en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, Cavani hincó una de sus rodillas, cerró uno de los ojos, colocó sus manos como si estuviese tensionando un arco y disparó una flecha imaginaria a la tribuna azul y oro.
Aunque esa no fue la primera vez, todos los hinchas de Boca esperaban que, algún día, el Matador pudiera disparar una de sus tradicionales “flechitas” contra el eterno contrincante. El festejo se convirtió en un ritual de hermandad entre los hinchas y Cavani, una comunión que siempre se respeta cuando rompe la red.
El equipo que maneja las redes sociales de Boca se apioló del asunto y emprendió una campaña muy particular. Luego de que se viralizara un video de un hincha “atrapando” la flecha que había lanzado el jugador de 37, lo invitaron a La Bombonera y le regalaron una camiseta con la 10. De esta forma, les dijeron a los fanáticos que estuvieran atentos para agarrarlas, porque podían ganarse otro premios especiales.
Con el paso del tiempo, el Matador equilibró sus estadísticas. Ahora lleva 18 goles convertidos en los 38 partidos que afrontó desde su arribo en aquella tarde de julio del 2023. Es cierto que algunas lesiones musculares no le permiten tener regularidad todos los fines de semana. En ocasiones, debe perderse un encuentro en el medio para recuperarse físicamente y disputar el próximo, sobre todo cuando Boca juega fecha entre semana o compromisos de Copa Sudamericana. De todos modos, luego de un año en el día a día de Brandsen 805, el hincha xeneize sabe que Cavani es una garantía de peligro cada vez que se pone la vincha negra y la número 10 en la espalda.