Aunque la última edición de Gran Hermano ya llegó a su fin, los ecos del reality siguen resonando en las declaraciones de sus exparticipantes. En Intrusos, Darío Martínez Corti, uno de los protagonistas del programa, compartió su visión sobre lo que fue convivir con sus compañeros y cómo se desarrollaron las relaciones una vez finalizado el juego.
Durante la entrevista, Darío no dudó en hablar de Furia Scaglione, una de las figuras más polémicas de la casa: “Me preguntaron con quién no volvería a convivir en la casa y yo dije a Cata porque dije que era intensa, no negativamente, sino porque era una buena jugadora y se malinterpretó. Tanto Furia como Cata apostaron más al show”. Sin embargo, aclaró que no tiene problemas personales con ninguna de ellas, destacando que la intensidad de ambas fue clave en sus estrategias dentro del juego.
Darío también reveló que durante la competencia, cuando su hijo entró a la casa, supo que sería un objetivo para Furia: “Yo con ella terminé muy bien y no se acepta que fuera así, sé que era muy complicada pero no por eso tengo que decir otra cosa”. A pesar de las diferencias que pudieron surgir, Darío dejó en claro que respeta a Furia como jugadora, aunque fue contundente al afirmar: “Furia es una persona que dice lo que piensa. A Furia no le importa quién está adelante, ella juega muchas veces con eso. A Furia se la comió el personaje”.
Estas declaraciones muestran cómo, a pesar de que el reality terminó, las dinámicas y tensiones creadas dentro de la casa siguen afectando las relaciones entre los exparticipantes, quienes continúan navegando la transición de la vida en la pantalla a la vida real.