El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, argumentó a favor del cierre de la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género. Lo hizo en términos y con expresiones que desataron un escándalo en la Comisión de Mujeres y Diversidad de la Cámara de Diputados, donde defendió proclamó que “se acabó el género” para el Estado, que “la diversidad de identidades sexuales son inventos subjetivos” y que el objetivo de su gestión es preservar la familia, como “núcleo central y pilar fundamental de la unión, donde se promueven los valores patrióticos”.
“No toleramos un Estado opresor y dirigista. Creemos en la vida, la libertad y la propiedad privada”, dictaminó el ministro, que sumó una crítica directa al expresidente Alberto Fernández, atravesado por la denuncia de violencia de género por parte de su exmujer, Fabiola Yañez. “El pueblo votó en su gran mayoría a Javier Milei, que quiere concluir con este nefasto período lleno de hipocresía marcada por muchos parlanchines políticos que decían que se va a acabar el patriarcado, pero en otros ámbitos no era lo que realmente sucedía”, chicaneó.
Cúneo Libarona fue acompañado por el secretario de Derechos Humanos, Alberto Baños; el secretario de Justicia, Sebastián Amerio; y la jefa de Gabinete del ministerio, María Florencia Zicavo. La disertación del ministro duró más de una hora y detalló las cifras a partir de las justificó el desmantelamiento de las políticas de género.
“El ministerio fue creado con el objetivo de promover la igualdad y combatir la violencia de género, pero las cifras de violencia no disminuyeron; por el contrario, se incrementaron. En la gestión que nos precedió es fundada la crítica que se realiza sobre la mala administración de cuantiosos recursos. Durante 2023 hubo una paulatina desinversión en el ministerio y eso se ve en la falta de operatividad y eficacia, y la violencia siguió latente”, indicó Cúneo Libarona.
Respecto al cierre del ex-Ministerio de las Mujeres y el Inadi, manifestó que “el kirchnerismo prometió una gran estafa. Las cifras de violencia se incrementaron y se administraron mal los recursos. Las políticas implementadas, y está probado empírica y estadísticamente, resultaron un fracaso absoluto”. Ejemplificó: “En el Ministerio de la Mujer encontramos 1000 empleados, pero solo 70 trabajaban presencial, el resto eran desconocidos. No tenía la estructura adecuada, ni control, ni seguimiento de casos. El personal no estaba capacitado”. Por lo tanto, explicó que “esta situación motivó el cierre de un organismo que no daba cumplimiento a sus tareas y que presentaba numerosas irregularidades”.
Sobre el presupuesto, precisó que en 2023 se destinaron a la gestión de esta cartera $8000 millones. “Fueron las propias organizaciones feministas las que denunciaron poca eficiencia de esos recursos”, indicó Cúneo Libarona, y citó a las Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá) y La Casa del Encuentro, como algunas de estas instituciones.
El ministro agregó que “hasta ahora la única política que tenía el Estado era crear organismos” y concluyó con la afirmación: “Vinimos a ordenar el descontrol absoluto del gasto. Milei nos encomendó una tarea técnica y una batalla cultural”.
La polémica
Tras señalar que la gestión de Milei se propone “sanear los gastos enormes del Estado”, precisó que para la administración libertaria “se acabó el género”. Detalló que su objetivo es preservar la familia, como “núcleo central y pilar fundamental de la unión, donde se promueven los valores patrióticos”.
Una de las declaraciones que desató la indignación de la oposición fue el “rechazo” del ministro, en nombre del Gobierno, sobre las distintas orientaciones sexuales. “Nosotros rechazamos la diversidad de identidades sexuales que no se alinean con la biología”, dictaminó. También se refirió a ellas como “inventos subjetivos”.
“Una cosa son sus opiniones personales y otra cosa es la ley. Usted es ministro de Justicia y está obligado a aplicar las leyes argentinas, no importa lo que usted piense”, dijo la diputada de la UCR Carla Carrizo, la primera en cuestionar las declaraciones de Cúneo Libarona.
“Soy activista gay, estoy casado hace 14 años. Mi familia también tiene valores, amor, cuidado mutuo, respeto, como cualquier otra familia”, contraatacó el diputado socialista Esteban Paulón (Encuentro Federal). Además, el legislador señaló: “Plantear en 2024 que la identidad de género no es una situación que motiva discriminación o falta de acceso a derechos es desconocer la realidad”.
En la misma línea se pronunció Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica. “Solo le faltó decir que somos enfermos y que pueden volver a patologizarnos”, ironizó. Y sumó: “No puede desconocer que ser gay, como lo soy, llevó siempre a la ignominia, a la discriminación en nuestras casas, en los ámbitos laborales, en la política, que muchas veces tuvimos que enfrentar asimetrías. Usted ha dicho una barbaridad que desconoce las leyes que han ampliado y reconocido derechos”, objetó.
Ante una de las primeras reacciones opositoras, un funcionario se acercó al ministro para hacerle un comentario al oído. Muy probablemente, sobre el tono y los términos que estaban caldeando el ambiente. La reacción Cúneo Libarona no pasó desapercibida: tenía el micrófono abierto. “No, boludo, esto [por lo que estaba leyendo] está textual del discurso de Milei”, le respondió al asesor.
El ministro, que defendió la igualdad “sin género” y se pronunció en contra del “estatismo y el colectivismo ideológico”, fue apoyado por personas que se encontraban en el público, que reclamaron por las “falsas denuncias” de abuso. Los aplausos e intervenciones fuera de micrófono de este colectivo suscitaron quejas por parte de los diputados. La libertaria Lorena Villaverde (Río Negro) dijo que habían sido invitados por ella, pero en las redes circularon correos electrónicos en los que el Ministerio solicitaba el ingreso de estos invitados al Congreso.
El titular de Justicia también negó haber defendido narcotraficantes, una consulta que llegó principalmente de sectores de la izquierda.
La audiencia se extendió hasta las 18.30, cuando el ministro dio por finalizada la reunión a pesar de que todavía quedaban interrogantes pendientes. “Respeto a las personas por su condición de tal, creo en su interés legítimo por tener un país mejor, pero tal vez las formas no son las más adecuadas. Si quedaron dudas estoy a disposición, muchas gracias. Diputada [Mónica] Macha -presidenta de la Comisión- haga cuando quiera otra reunión y lo evaluamos, es más fácil si me mandan las preguntas por escrito”, finalizó Cúneo Libarona.
La Nación