En un gesto de desmarque, la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, rechazará por “improcedente” la carta recibida por el bloque libertario pidiéndo la expulsión de su compañero, el senador Francisco Paoltroni. Les exigirá que vuelvan a enviar otro documento pero “bien redactado”.
La decisión tiene que ver con que en el texto, el jefe de bloque de La Libertad Avanza le pide a Villarruel la expulsión de Paoltroni. En el texto “solicitan la expulsión” a la presidencia del Senado que maneja Villarruel.
Técnicamente, no es algo que le corresponda a la Presidenta del cuerpo. Los bloques son autónomos y ellos deciden su conformación o cambios de composición. Villarruel no puede expulsarlo.
Por eso, la vice rechazará la nota y les pedirá que envíen de nuevo un texto con la redacción correcta, en la que solo le informen el cambio en la integración del bloque de La Libertad Avanza.
Si bien es un detalle técnico tiene un mensaje detrás. La decisión de echar a Paoltroni fue gestada desde el Ejecutivo y la vice no tuvo que ver.
Mientras, tanto Paoltroni no tuvo contacto con sus ahora ex compañeros de bloque después de enterarse por los medios de su decisión. Pero sí estuvo reunido con Villarruel.
Va a armar su propio monobloque. Se va a llamar “Libertad, trabajo y progreso”. Aseguran que había pensado en ponerle “La libertad avanza de verdad”, pero después desistió de lo que sería leído como una clara chicana.
A Paoltroni lo expulsaron por su campaña en contra de la postulación para la Corte Suprema de Ariel Lijo y por haber cuestionado el rol de Santiago Caputo, el asesor más mimado por Javier Mieli que cada vez tiene más poder y suma enemigos internos y externos.
Si bien el formoseño empezó su mandato enojado con Villarruel y todos los liberales porque lo corrieron de la presidencia previsional del Senado, se mostró cercano a la vice: fue el único libertario, además de Bartolomé Abdala, que estuvo en el acto que organizó Villarruel para conmemorar a las víctimas del terrorismo y ambos comparten la mirada crítica sobre la postulación de Lijo.
Si bien se veía que la tensión escalaba, en el bloque libertario negaban su salida. Querían priorizar la unidad. Pero la cosa cambió después de algunas visitas que el jefe de bancada, Ezequiel Atauche, hizo a la Rosada.
La carta de la polémica
Lo nota que generó la reacción de Victoria Villarruel llevaba cuatro líneas y cuatro firmas, entre ellas, la Atauche, jefe del bloque libertario. Y también un error en su redacción.
“Tenemos el agrado de dirigirnos a Ud. en nuestro carácter de integrantes del bloque de senadores de la Libertad Avanza Avanza (sic) a efectos de solicitar la expulsión de nuestro bloque del Senador Nacional Francisco Manuel Paoltroni en virtud de diferencias irreconciliables”, dice la nota, con una repetición.
Junto a Atauche, firman Vilma Facunda Bedia, Juan Carlos Pagotto y Bartolomé Abdala, también presidente provisional de la Cámara alta. El bloque libertario se redujo así de siete a seis bancas. Los senadores Ivana Arrascaeta y Bruno Olivera Lucero se sumaron al pedido para echar a Paoltroni con rúbricas digitales por mail.
La del formoseño es la segunda baja legislativa para la fuerza de Milei de la semana. Este martes, y para evitar su propia expulsión del bloque libertario de la Cámara baja, la diputada Lourdes Arrieta -una de las que dijo haber sido llevada por engaño a posar en fotos con represores como Alfredo Astiz- renunció a la bancada oficialista y armó un monobloque.
La distancia entre Paoltroni y la agenda libertaria se acrecentó desde el instante en que Lijo fue el candidato elegido por el Presidente para postularlo a la Corte Suprema.
El senador formoseño es un acérrimo crítico del gobernador kirchnerista Gildo Insfrán. Y el juez federal fue quien hizo naufragar una causa paralela a la que llevó a prisión por corrupción a Amado Boudou.
Pero Paoltroni no sólo hizo una fuerte campaña contra la nominación de Lijo sino que además cuestionó el DNU firmado por el Presidente que le otorgó más de $100.000 millones a la nueva SIDE para gastos reservados.
Pero además de contradecir a Milei, en una escalada de su libre pensamiento, criticó con dureza al asesor estrella Santiago Caputo, al que le endilgó críticas de trolls en su contra. Y hasta llegó a pedir por “su cabeza”.
Había declarado que no puede ser “que un mocoso le diga a un senador de la Nación que se calle”, en alusión a Caputo y que el asesor es “una mala influencia” para Milei. “Por eso pido que se lo saque”, sentenció y lo mandó “a fumar al quincho del fondo”.