El Gobierno oficializó el incremento en los precios de la electricidad y del gas natural que comenzarán a regir este mes. En ese sentido, se publicaron los nuevos cuadros tarifarios que se tendrán en consideración a la hora de calcular las boletas. Tal como anticipó Infobae, la suba ronda en promedio el 4%, cifra que se sumará a la actualización en las tarifas del agua para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Los esquemas se aprobaron mediante la publicación de una serie de resoluciones que alcanzan a las empresas prestadoras de los servicios. En el caso del gas, los cuadros tarifarios corresponden a Metrogas, Transportadora de Gas del Sur S.A., Transportadora de Gas del Norte S.A., Naturgy Ban, GasNor, Gas del Centro y Distribuidora de Gas Cuyana, proveedoras del servicio en todo el país. Mientras tanto, en el caso de la luz, las actualizaciones aprobadas pertenecen a Edenor, Edesur y las compañías de distribución eléctrica de todo el país.
En este contexto, desde el Ministerio de Economía, consideran que la continuidad de la desaceleración en la inflación permitirá avanzar en la senda del ajuste en las tarifas y el ordenamiento de algunos precios relativos que se había retomado en agosto.
Estas actualizaciones llegan luego de que la Secretaría de Energía publicara una resolución, en la que establecía el nuevo Precio Estacional de la Energía Eléctrica (PEST), es decir el costo de la luz que llega a los hogares. Por esto mismo, solo restaba que el Ente Nacional de Regulador de la Electricidad (ENRE) diera el visto bueno a los cuadros tarifarios, que serán tomados como referencia a la hora de calcular el monto final que cada usuario recibirá en su boleta.
En el mismo sentido, se establecieron nuevos precios para el gas en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST). “De esta manera, se busca representar los costos reales y la variabilidad de abastecimiento de gas natural para las empresas distribuidoras, con el objetivo de garantizar las inversiones necesarias para el sector y un uso responsable del suministro”, expresó Energía.
Las tarifas finales que pagan los usuarios se componen de cuatro ítems: el costo de la energía, el transporte, la distribución y, sobre eso, los impuestos. Sobre el primer ítem es dónde se canalizan los subsidios del Estado, mientras que sobre en transporte y distribución no hay subvenciones.
Actualmente los usuarios se encuentran divididos en tres categorías en base a los niveles de ingresos que perciben según la segmentación de subsidios vigente desde 2022: Altos ingresos (Nivel 1), Ingresos bajos (Nivel 2) e Ingresos Medios (Nivel 3). Los últimos datos oficiales del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) arrojan que los N1 son 5,3 millones, los N2 son 8 millones y los N3 son 2,7 millones.
Según cálculos de la Secretaría de Energía, a nivel nacional, los usuarios residenciales cubren el 57% del costo “real” del gas y del 64% de la electricidad. El resto es subsidio y el gobierno analiza el mejor timing que la cobertura llegue al 100%. En ese análisis entra la situación social y el objetivo de que continúe la desaceleración de la inflación.
La variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) arrojó 4% en julio, mes en el que se habían postergado incrementos en tarifas, y en agosto las estimaciones privadas anticipan que rondará ese porcentaje e incluso puede terminar unas décimas por debajo. La reducción del impuesto PAIS en septiembre permitirá que la inflación “baje otro escalón”, según la visión oficial.
El de las tarifas de energía es un nuevo impacto al bolsillo de los consumidores, pero en particular para los del AMBA. Es que los servicios de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) se actualizaron también un 4,48%. A esto se le suma el efecto que puede tener la quita de subsidios al colectivo en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires y la suba del 3% promedio para los combustibles en todo el país por un nuevo diferimiento del impuesto a los combustibles líquidos (ICL).
Infobae