A pesar de que el vocero Manuel Adorni había dejado la puerta abierta a que el Gobierno replanteara su estrategia, Javier Milei confirmó que vetará la ley de Financiamiento Universitario que aprobó el Senado esta madrugada y prevé una ampliación de $738.595 millones en materia presupuestaria.
“El veto está confirmado”, le aclaró Milei a un interlocutor de confianza al cabo de la reunión de Gabinete que encabezó este viernes en Casa Rosada. “El déficit cero no se negocia. En ningún momento estuvo en duda”, le agregó, según pudo reconstruir Clarín, de una fuente inobjetable del Gobierno.
Fue luego de que Adorni lo pusiera en duda, a pesar de que desde la semana pasada en el Gobierno descontaban que el Presidente tomaría la misma decisión que con la reforma jubilatoria. “No está confirmado que se vaya a vetar o a no vetar, es un tema en discusión en todo el gabinete. La decisión la tomará el Presidente”, indicó el vocero, en un mensaje que aportó cierta confusión justo cuando el Gobierno se había propuesto no dejar dudas para evitar un impacto en la economía.
Junto a su asesor todoterreno Santiago Caputo, el jefe de Estado evaluó desde temprano los pasos a seguir. “Ya lo habíamos dicho con la reforma jubilatoria: no vamos a ceder en la idea de garantizar el equilibrio fiscal”, dijeron a este diario en Balcarce 50. Según informó la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), la iniciativa impulsada por el radicalismo, a la que luego se subieron los K y un sector de los bloques dialoguistas, tiene un impacto del 0,14 por ciento del PBI.
Sin embargo, la posibilidad de que la oposición reúna los dos tercios en el Congreso para insistir con el proyecto y desestimar el veto presidencial hicieron pensar en la posibilidad de que el Gobierno estaba abierto a una negociación, una hipótesis que se acrecentó ante la ambigüedad de Adorni.
El tema tiene una complejidad adicional al de la fórmula provisional: sucede que los universitarios ya demostraron poder de movilización tras la marcha de abril que convocó más de un millón de personas y le produjo un severo daño político al Gobierno.
“Nosotros no especulamos. Dijimos lo que íbamos a hacer desde antes que se tratara el proyecto en Diputados”, desestimó una voz del Gabinete involucrada en la decisión.
Con todo, el Presidente ratificó su voluntad en Twitter: “Veto total”, escribió en su cuenta y despejó todo tipo de especulaciones.
En Gabinete, confiaron altas fuentes oficiales a este diario, el jefe de Estado había manifestado su malestar con los legisladores a los que considera “degenerados fiscales”. “Son unos irresponsables, imponen un aumento del presupuesto y no dicen cómo cubrirlo”, cuestionan. En el entorno presidencial subieron el tono: “Dicen que son distintos al kirchnerismo pero hacen el mismo populismo berreta. Son gastomaníacos”.
En el Gobierno se subieron a la defensa que hizo la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, quien este jueves en una entrevista con el canal LN+ planteó críticas a la administración de los fondos que transfiere el Estado nacional a las universidades: “Hay que aprender a manejar mejor los prespuestos”.
“Aumentamos 270 por ciento el gasto de funcionamiento de las universidades -agregó- y estamos trabajando y en conversaciones para ver cómo aumentar los sueldos de los profesores, pero lo que se tiene que entender es que hay una columna vertebral que es el equilibrio fiscal de la economía y sin eso todo el esfuerzo que se ha hecho no va a tener sentido”.