Ana Fragoso, médica veterinaria del área animal del Servicio Nacional de Sanidad (Senasa), se refirió a la actualización de la normativa que establece el manejo de la enfermedad de la triquinosis en todo el territorio argentino.
“La nueva resolución mejora y renueva el plan de control y manejo de foco de triquinosis y de prevención de esa enfermedad. Estamos tratando de que la población tome conocimiento, de recordarles las medidas para cuidarnos de esta enfermedad, que es zoonosis y que puede tener consecuencias graves en las personas, incluso puede ser mortal”, dijo la especialista a radio La Red.
Explicó que la “triquinosis es una enfermedad parasitaria, producida por un parásito que afecta a la mayoría de los mamíferos domésticos y silvestres, tenemos una cantidad de huéspedes posible muy amplia”. “Como cualquier ciclo parasitario, hay muchas condiciones que tienen que darse para que la enfermedad ocurra y, lamentablemente, en nuestra zona están todas las condiciones dadas para que la enfermedad se dé”, aseguró Fragoso.
Sobre su reproducción y contagio, detalló que “este parásito habita en el intestino de los animales y el hombre, allí libera sus huevos, parte de los mismos se eliminan y muchos se disuelven y empiezan a migrar las larvas y se enquistan en los músculos que están más irrigados, como el corazón, el diafragma, los intercostales, los músculos de la cabeza, base de la lengua; en esos lugares, la larva forma un quiste y allí queda alojada”.
“Dependiendo del órgano o del músculo que está afectando, puede o no producir más o menos síntomas. En los cerdos no se ven síntomas, por lo que tenemos información para tomar desde la clínica y el diagnóstico se hace recién post mortem en las carnes. Se toman muestras y se hace un diagnóstico de laboratorio para determinar si la carne es apta o no apta para consumo y saber si tiene esas larvas de triquinosis”, contó.
Consultada sobre su efecto en las personas, explicó que la “enfermedad en algunos casos cursa de manera asintomática durante mucho tiempo y después aparecen los síntomas”. “A veces, en la etapa inicial, las personas tienen fiebre, diarrea o vómitos pero, los casos más graves se dan cuando la larva se enquista en el corazón”, agregó.
Medidas de prevención
Para Fragoso, lo principal es tomar todas las medidas para evitar la transmisión de la enfermedad tanto en la cadena de producción como a la hora del consumo.
“Las medidas de prevención que debemos tener los consumidores de carne de cerdo, que viene con un aumento importante, es el consumirla bien cocida, que pierda el color rosado, que no haya más sangre; y en el caso de chacinados, embutidos, salazones, conocer de dónde estamos comprando”. Y recordó que el “único método que elimina esa larva en ese músculo es la cocción, solamente la temperatura a más de 75 y 80 grados se mata a la larva”.
Por otra parte, remarcó la importancia de que el “sistema productivo garantice que ese animal esté sano, aplique la medidas para evitar que ese cerdo enferme y haga el diagnóstico de la carne”. “Es importante que el productor o la persona que decide elaborar estos productos tome conciencia del rol que tiene como manipulador de alimentos en la transmisión de esta enfermedad”, recalcó.
“El ambiente en el que el cerdo esté criado va a ser determinante para que la enfermedad aparezca o no. Es importante que esté limpio, que no se lo alimente con productos que provengan de los residuos de carnicerías o de restoranes y, en el caso de que se utilicen, tienen que estar bien cocidos”, apuntaló.
Controles y prevención del Senasa
Acerca del trabajo del organismo nacional de sanidad para controlar la calidad de los alimentos, Fragoso señaló que respecto a los frigoríficos de “habilitación tóxico federal tienen la obligación de tener un laboratorio donde se hace el diagnóstico”. “A su vez, hay frigoríficos que no están habilitados por Senasa, que tienen habilitación de la Provincia y también tienen en distintos lugares la posibilidad de hacer el diagnóstico para liberar las medias reses al consumo”.
“Las otras acciones que realiza Senasa en relación a esta enfermedad tienen que ver con la prevención. Primero, el registro de los productores o tenedores, el Registro Nacional de Productores Agropecuarios, que tiene solamente fines sanitarios. Es muy importante en la epidemiología de cualquier enfermedad saber dónde está o estuvo ese animal”, resaltó.
Por último, planteó que se trata de “reflotar este programa ya que hoy la resolución es mucho más flexible en cuanto al manejo de lotes, nos da las herramientas y es amigable con el productor en el caso de que haya un brote”. “Estamos buscando que la gente se acerque, denuncie y que si tienen dudas consulten al Senasa”, expresó.