La tensión entre el Gobierno nacional y los gremios se incrementó con la creación de una Mesa Nacional del Transporte, que incluye a todos los sindicatos ligados a los servicios de pasajeros y de cargas.
La formación de este nuevo espacio está ligada al conflicto que desde hace algunas semanas vienen sosteniendo APLA (Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas) y AAA (Asociación Argentina de Aeronavegantes) con la conducción de Aerolíneas Argentinas. Por fuera del reclamo salarial, las diferencias radican en la intención oficial de privatizar la empresa o, si no lo logran, de incorporar capitales privados para su funcionamiento.
El lanzamiento de la Mesa se decidió tras una reunión que se realizó hoy al mediodía. Entre otros dirigentes participaron Pablo Biró (APLA), Juan Pablo Brey (aeronavegantes), Pablo Moyano (Camioneros), Omar Maturano (La Fraternidad), Mario Caligari (UTA), Juan Carlos Schmid y Raúl Durdos (marítimos).
Varios de esos sindicatos ya conformaban la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y la Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte (UGATT), que hasta hoy estaban fuertemente enfrentadas y que ahora quedaron integradas a una Mesa aún más amplia.
El objetivo de ese espacio es enfrentar las políticas de la administración de Javier Milei para “defender los derechos laborales que garantizan la no precarización de la actividad”.
Ya en el primer encuentro se decidió proclamar el “estado de alerta y movilización”, frente a la política de “ajuste que impulsa el Gobierno para la actividad ferroviaria, aerocomercial, transporte de de carga y pasajeros; marítima y fluvial”. Además se expresó la “total solidaridad con la lucha que llevan adelante los gremios aeronáuticos y cualquier otro modo de transporte que se vea atacado sistemáticamente en detrimento del sector”.
“Nuestro eje es la defensa de la soberanía del país que está representada en las rutas nacionales, en los trenes, mares, ríos y cielos, frente al atropello cotidiano que vemos implementa el gobierno de Milei en cada modo”, señalaron.
También se definió una nueva reunión, que se llevará adelante la semana próxima, para concretar un “Plan de Lucha General”, que no descarta “medidas de fuerza de alcance nacional”.
Al respecto, el comunicado redactado tras la reunión recordó que “el derecho de huelga está garantizado por la Constitución y los organismos internacionales que regulan el trabajo, como el Convenio 87 de la OIT”. La alusión fue un implícito rechazo a la declaración de esencialidad del servicio aerocomercial, dispuesto por el Gobierno, que fija dotaciones mínimas para asegurar los vuelos y que en la práctica es una limitación del derecho de huelga.
Paro aeronáutico: cómo sigue la relación entre los gremios y el gobierno de Javier Milei
Mientras tanto, los gremios aeronáuticos realizaban este jueves asambleas para definir la continuidad de su plan de lucha en reclamo de mejoras salariales.
Por su parte, el Gobierno continúa tensando la cuerda y a su decisión de examinar posibles socios comerciales para gestionar Aerolíneas Argentinas, le sumó la intención de denunciar a Pablo Biró, titular de APLA, y exigirle que deje su sillón en el directorio de la compañía.
“En una empresa privada, si hacés un paro o complicás la operatoria, te echan. La intención es que ese destino lo tengan quienes le complican la vida a miles y miles de argentinos con estas medidas”, dijo el vocero presidencial Manuel Adorni al realizar el anuncio sobre la postura del Gobierno frente a las medidas de fuerza.
“Así como se cortaron los piquetes, cuando nadie lo creía posible, ahora vamos a sepultar los piquetes gremiales y la casta aeronáutica. Vamos a ir a fondo contra los piquetes aeronáuticos”, agregó el portavoz.
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