Las cuatro personas que permanecían a disposición de la Justicia después de haber logrado escapar con vida o se habían acercado minutos después del derrumbe del Hotel Dubrovnik quedaron detenidas según lo solicitó la fiscal que investiga el caso, Verónica Zamboni, pedido al que hizo lugar la justicia de Garantías. Se trata de dos contratistas y dos empleados.
Así lo confirmó el ministro de Seguridad de bonaerense, Javier Alonso, que además anticipó la profundización de la causa judicial con alcance a profesionales que estaban al frente de las obras que se ejecutaban en el lugar y que podrían haber sido las que originaron el colapso total de la estructura.
Fuentes judiciales informaron que se hicieron también dos allanamientos en estudios de arquitectura. Uno de un profesional que fue el que hizo la presentación para mejoras, trámite que se puso en marcha el año pasado. El otro es de una arquitecta de Villa Gesell que es la responsable del actual plan de obra que, de acuerdo a información que maneja la Justicia, apuntaba a la realización de “reformas menores” en el hotel Dubrovnik.
Las cuatro indagatorias a los imputados se realizarán en el transcurso de hoy, según lo dispuso la fiscal Zamboni. A la par se ordenó la autopsia sobre el cadáver de Federico Ciocchini, de 84 años, el único fallecido tras el derrumbe. Habitaba un departamento en un edifico lindero, más pequeño. Su esposa, María Josefa, pudo ser rescatada con vida y se recupera de fracturas en ambos brazos en el Hospital Interzonal General de Agudos de Mar del Plata.
Las detenciones fueron avaladas por el juez de Garantías de Villa Gesell, David Mancinelli, y la acusación es estrago culposo agravado por el resultado muerte.
El artículo 189 del Código Penal establece que “será reprimido con prisión de un mes a un año, e inhabilitación especial por el doble de tiempo que el de la condena, el que por imprudencia o negligencia, por impericia en su arte o profesión o por inobservancia de los reglamentos u ordenanzas, causare un incendio u otros estragos. Si el hecho u omisión culpable pusiere en peligro de muerte a alguna persona, o causare la muerte de alguna persona, el máximo de la pena podrá elevarse hasta cinco años, con más, en su caso, inhabilitación especial de cinco a diez años”.
Fuentes judiciales confirmaron que quienes aportaron primeros datos sobre lo ocurrido y brindaron testimonios iniciales a la Justicia son obreros que trabajaban o vivían en el lugar. Al menos uno de ellos pernoctaba en el lugar y logró salir, supuestamente porque se alojaba en una dependencia de servicio en el sector de salón comedor que no resultó afectado por el derrumbe.
“Se nos vino una nube de polvillo y por la misma presión se abrió una de las puertas que nos permitió salir sin ver casi nada”, logró contar a algunos de los primeros que llegaron hasta el Dubrovnik, cuando todavía no se terminaba de tomar dimensión de la tragedia. Hasta el momento hay un muerto, una mujer sobreviviente y continúa la búsqueda de siete a nueve personas, según citan autoridades provinciales.
Por estas horas se está definiendo el orden de las indagatorias que Zamboni tomará a los ahora detenidos, entre los cuales también estaría el capataz que se encontraba de reunir a las cuadrillas que llegaban para realizar trabajos en este hotel mediante un mecanismo que les permitía venir desde otras localidades y alojarse allí mismo, en el lugar de trabajo, de lunes a viernes.
La labor judicial apunta ahora también a arquitectos que estaban a cargo del proyecto. Están identificados y se los citará a declarar. Lo propio se hará, según pudo confirmar LA NACION, con responsables del hotel. Como se había informado, a principios de este año fue vendido. Rosa Stefanic, una de las personas atrapadas entre los escombros, fue la dueña hasta que cerró esta operación. Pero acordó con el nuevo propietario quedarse a vivir allí.
Lugar del derrumbe
Ayer, en su página web, la Municipalidad de Villa Gesell informó sobre las tareas que se realizaban en la edificación: “El 19 de septiembre de 2024 se presentó un informe técnico sobre el estado de un hueco para un ascensor en el sector no colapsado, próximo a la calle. Una semana después, el 27 de septiembre, se solicitó permiso de obra para construir el tabique del ascensor, una obra autorizada únicamente para dicho tabique, con intervención del profesional a cargo de la documentación. En paralelo, se inició un expediente para la prefactibilidad de la instalación del ascensor. El 15 de octubre de 2024 el Municipio notificó la necesidad de presentar formalmente toda la documentación requerida para esta obra, según la Ordenanza 2431/11. Cabe aclarar que esta es la única obra en trámite con la Municipalidad, que corresponde al sector delantero del edificio (no colapsado) y que no existe ningún permiso autorizado ni solicitud en trámite alguna para realizar trabajos en la parte trasera (donde se produjo el colapso)”.
Cómo era el hotel
El nuevo titular del apart hotel es una reconocida empresa de transporte de pasajeros que emprendió estas mejoras con miras a acondicionar instalaciones frente al inminente inicio de esta temporada de verano.
Los vecinos y ex huéspedes definieron el apart hotel como un sitio “muy familiar”. Los huéspedes solían repetirse año a año, contó Alfredo Glauber, quien se hospedó allí los últimos 14 veranos junto a su familia y amigos, y considera este edificio un segundo hogar. “Estabas ahí y te sentías en casa, por eso nos encantaba. Rosita, la dueña, era excelente. Nos hicimos muy amigos”, dijo el vecino del barrio de Olivos.
María Rosa Stefanic, Rosita, vivía allí con Nahuel Stefano, su sobrino de 25 años, y Dana De Simone, una colaboradora. También vivía con Mirko, su mascota y compañero de siempre.
Según la página oficial, el apart hotel es de origen croata, tal como indica su nombre, que hace alusión a una ciudad turística y costera en el sur del país europeo. “Nuestros padres, de nacionalidad croata, decidieron, luego de casarse, irse a otro país buscando su futuro. Y así fue cómo llegaron a la Argentina. Después de años de lucha y trabajo, encontraron un lugar que los hizo recordar a su país. Este era Villa Gesell. En ese momento decidieron que aquí iban a echar sus raíces”, escribieron sus hijos en el sitio web del lugar.
En 1986 el matrimonio comenzó la construcción de este edificio, para el cual se inspiraron en la forma de un barco. Su nombre, Dubrovnik, hace honor a la ciudad natal de la mujer. Se trata de una localidad en las costas del Mar Adriático, conocida por sus construcciones de época, sus playas y la gastronomía con influencia italiana. Es de las ciudades más importantes de Croacia, un país que ofrece una combinación de intereses culturales, históricos y naturales.
El edificio de fachada roja y blanca, como el escudo de la bandera de Croacia, contaba con dos sectores: el delantero, que es una construcción esférica de dos pisos y 38 años de antigüedad, y el trasero, una torre de 10 pisos. Este último es el que se derrumbó ayer a la medianoche.
El Apart Hotel Dubrovnik ofrecía un desayuno buffet en una sala con un sector cubierto y otro semicubierto, en una terraza de deck con vista a la pileta. Entre los servicios, el apart hotel incluía limpieza diaria de las habitaciones, wi-fi, seguridad, caja de seguridad, parrilla, solarium y un salón de usos múltiples.
Con balcones con vistas a la ciudad y al mar, el edificio disponía de cocheras privadas en la planta baja y en el subsuelo del edificio. También tenía un amplio espacio verde y una pileta, el principal atributo que destacan las personas que se hospedaron allí en las redes sociales del complejo vacacional.
La Nación