Mientras Sergio Ramos descansa después de 20 años en el fútbol de elite -aunque se entrene y mantenga un físico privilegiado, desde España aseguran que tiene charlas para venir a Boca con el presidente Juan Román Riquelme y su excompañero, ahora DT, Fernando Gago.
La noticia, publicada en Relevo, generó una explosión entre los hinchas, lógica porque semejante nombre propio le mueve el piso a cualquiera. Pero, a los 38 años y libre… ¿cómo está?
Después de brillar por 16 temporadas en el Real Madrid, donde ganó cuatro veces la Champions League como capitán, el defensor central tuvo dos años sin grandes flashes en el PSG y volvió por un año al Sevilla, el club que lo vio nacer. Al final de la última temporada no renovó, quedó con el pase en su poder y se alejó de las canchas, pero tampoco está retirado.
Ramos, campeón del mundo (2010) y bi de Europa (2008 y 2012) con España, no recibió ofertas que lo convencieran de seguir activo, pese a que sus números del 2023/24 no fueron preocupantes.
Jugó 37 partidos y convirtió 7 goles (además, uno en contra).
Se perdió solo tres por lesión muscular, en noviembre pasado.
Fue una temporada agria para el Sevilla, que peleó por la permanencia y se acomodó recién sobre el último tramo de La Liga.
En el plano internacional también sufrió: último en la Champions y ni siquiera cayó a la Europa League, en la que defendía título.
Muy activo en redes sociales -invadidas por comentarios bosteros-, no hace falta más que revisar las últimas publicaciones para ver imágenes de sus fuertes entrenamientos y su óptimo estado físico. Incluso compartió sesión con Ilia Topuria, la megaestrella georgio-española de la UFC, al que acompañó el fin de semana pasado en su última pelea ante Max Holloway en Emiratos Árabes.
Ahora, en cuanto a ritmo futbolístico, es lógico pensar que está muy lejos de lo ideal tras un semestre entero sin prácticas con un plantel profesional. Igualmente, para alguien de su jerarquía, no debería ser un problema ponerse a punto.
A un Boca que ya supo traer de Europa una megaestrella como Edinson Cavani, soñar no le cuesta nada. ¿Y si se da?