MAX VERSTAPPEN fue el avasallante ganador del Gran Premio de San Pablo, tras una competencia inolvidable por la situación climática que hizo que varias veces se frenara por la bandera roja y el ingreso del auto de seguridad por, entre otros, el accidente que le costó el abandono al argentino Franco Colapinto.
El neerlandés partió desde el puesto 17 de la grilla por una penalización y desde el minuto cero logró una impresionante remontada en la que no solo dio muestras del poderío de su auto, sino también de su excelsa condición de piloto.
Quien estaba en condiciones de poner en aprietos su título en 2024, Lando Norris con McLaren, salió desde la pole position, pero tras cometer un error en la primera y frustrada largada, perdió el puesto de privilegio a manos del Mercedes de George Russell. El australiano, además, terminó discutiendo con su ingeniero por la estrategia de carrera y apenas arribó en sexto lugar.
El podio fue completado por la dupla de Alpine, Esteban Ocon, que fue segundo, y Pierre Gasly, que salió tercero, lo que catapultó al equipo a un impensado sexto puesto en el campeonato de constructores.
Si bien las detenciones fueron importantes en el destino de la competencia y jugaron a favor de Verstappen, su andar fue avasallante y tuvo mucho de master class. Rápidamente se puso decimoprimero y no hubo quien pudiera detenerlo, incluso sin hacer uso del DRS como arma para rebasar obstáculos.
En su acometida final se comió crudo al francés Ocón y se adueño de una punta que ya no abandonó y que coronó, para muchos, su mejor faena desde que se desempeña en la máxima categoría y que indefectiblemente parece que lo coronará tetracampeón.
Ahora suma 393 puntos contra los 331 de Norris, a falta de cuatro carreras para el cierre del certamen que continuará el próximo 24 de noviembre en Las Vegas.