El rechazo a los principios del multilateralismo y su combinación con las posturas en favor del proteccionismo comercial alimentan un escenario complejo para la Argentina, al analizar el impacto del triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
En esa mirada coincidieron cuatro analistas del escenario político y económico internacional, convocados por la Fundación Alem, la organización creada en la Unión Cívica Radical (UCR) para reflexionar sobre el impacto de las políticas públicas en el país y en la región.
En una mesa coordinada por Jesús Rodríguez, prosecretario de la Fundación Alem, expusieron el embajador Pedro Villagra Delgado, de reconocida trayectoria en la diplomacia, la doctora Valentina Delich, directora de Flacso Argentina; el investigador Ricardo Carciofi, miembro del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), y el economista Alejandro Einstoss, consultor en temas de energía y servicios públicos.
Al analizar el posible impacto de la victoria de Trump para el mundo y para la Argentina, Villagra Delgado, precisó que el líder republicano “actúa de manera transaccional, aún en materias estratégicas” y recordó que aún el presidente demócrata Joe Bidenmantuvo aranceles comerciales que su rival había impuesto en su primera presidencia.
“No se ve que la Argentina sea prioridad, más allá de la relación que pueda tener con el presidente Javier Milei”, dijo Carciofi, quien recordó que Trump se impuso por amplio margen en el voto popular, en el Colegio Electoral y en as elecciones parlamentarias, a lo que suka un fuerte respaldo en la Corte Suprema de Justicia.
Estimó que su objetivo principal será “profundizar su legado”, ante la imposibilidad de acceder a una nueva presidencia en 2028. “Pero dentro de dos años no va a ser un pato rengo”, observó, frente a las especulaciones de que podría resignar poder.
“Trump va a ser su propio secretario de Estado, su propio secretario de Seguridad Nacional y su propio de Defensa. No va a delegar funciones”, pronosticó.
Para el diplomático, Trump intentará profundizar la competencia estratégica global con China. Espera que exista una presión sobre los países de América latina para que no hagan concesiones al régimen de Xi Jinping para que faciliten la presencia china en zonas sensibles, como el extremo sur del continente y la proyección a la Antártida.
Repercusión negativa
La doctora Delich explicó que la gestión de Trump repercutirá en la Argentina en dos dimensiones. Por un lado, impactarán las medidas locales y domésticas y, por otro lado, la política internacional.
“Anunció que va a renovar la reducción de los impuestos sobre las corporaciones, lo que puede derivar en una presión sobre la inflación y el valor de las tasas”, advirtió la investigadora y docente universitaria.
Delich estimó que la política internacional “se prepara para un Trump muy decidido”. Recordó que ya en su anterior presidencia se se retiró del Acuerdo de París por el Cambio Climático y advirtió sobre los discursos que hoy apuntan contra la OTAN, lo que podría tener consecuencias en la posición de Estados Unidos sobre la guerra en Ucrania.
“Trump no favorece el multilateralismo y eso Para la Argentina es una pésima noticia”, dijo Delich.
Uno no puede elegir a los compañeros de ruta. Pero hay una preocupación adicional: la política internacional de Milei. Es una mala combinación y una pésima noticia”, resumió.
Una nueva fase
El investigador Carciofi afirmó que la nueva gestión de Trump se dará en una nueva fase de la globalización y coincidió en que la política económica impactará en la Argentina. “No sabemos la velocidad, la magnitud y secuencias, que son cruciales para conocer los efectos”, observó, al mencionar la cuestión de los aranceles.
Carciofi destacó el carácter transaccional de Trump y estimó que probablemente intente medir las reacciones en el escenario comercial internacional antes de aplicar medidas extremas- “Va a haber respuestas de los socios comerciales”, dijo, al invitar a estar atentos a Brasil, que tiene vínculos con el mercado asiático, en particular con China.
También llamó a fijarse en “la arquitectura financiera” del gobierno de Trump, al recordar que en su primera presidencia nombró por primera vez a un norteamericano en al frente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“Se especula con posibles facilidades para nuestro país en el Fondo Monetario, pero dependerá más del manejo del gobierno argentino y del resto de los países que lo integran”, señaló.
Expuso, además, sobre la política industrial, las medidas fiscales, el proteccionismo, los subsidios a la energía y un probable desinterés en el litio.
Gas y petróleo
Finalmente, Einstoss, especialista en temas energéticos, estimó que la política petrolera del gobierno de Trump puede entrañar un riesgo para la Argentina, aunque en materia de gas se presentaría una “hendija pequeña en la ventana para colocar el gas de Vaca Muerta en el mundo”. En ese sentido, recomendó mirar el mercado regional y abastecer a Brasil, Chile, por ejemplo.
Dijo que es “altamente probable” que el líder republicano elimine restricciones en la implantación de nuevas plantas de GNL. “La remoción de esas barreras está orientada a reemplazar el gas de Rusia en Europa. La Argentina enfrenta, así, la expectativa de comenzar a ser un jugador global en el gas natural licuado”, señaló.
Frente al debate sobre el cambio climático, recordó que Trump planteó durante la campaña que ese debate constituye “un gran engaño para dañar a Estados Unidos”.
Estimó que, a diferencia de 2017, hoy hay países en desarrollo, como China e India, que “no ven con malos ojos desacelerar la marcha del cambio climático”. Pero anticipó que en ese tema jugará su propio papel posición del gobierno de Milei.
La Nación