El presidente del Consejo Superior de la Universidad Nacional del Chaco Austral (UNCAUS), Germán Oestmann, presentó una denuncia formal contra el fiscal federal subrogante de Sáenz Peña, Carlos Amad, por presunto abuso de autoridad y violación de deberes de funcionario público. Según explicó en diálogo con radio La Red, se trata de una decisión institucional tomada por el Consejo Superior en sesión extraordinaria, y no una acción individual.
“No soy yo quien denuncia, yo fui un mero transportador de una denuncia y constitución querellante. El que ha denunciado es el Consejo Superior por un mandato conferido a través de una sesión extraordinaria”, indicó Oestmann. Según precisó, el fiscal emitió en marzo los oficios 97/2024, 99/2024 y 121/2025, solicitando información confidencial sobre deliberaciones internas del Consejo, actas de sesiones y documentos administrativos vinculados a causas judiciales en trámite.
Para el Consejo Superior, dichos oficios constituyen “una persecución penal arbitraria y sistemática, ejecutada con fines de hostigamiento y sin sustento legal”. En palabras de Oestmann: “Este consejo se le ha pedido que hasta fundamenten las decisiones que han tomado. Me parece un atropello y también un desgaste innecesario”.
El rector remarcó que “no estamos en contra de que se nos investigue”, pero exigió que se haga “de manera ética, correcta y sin ninguna otra finalidad que no sea objetiva”. Cuestionó además el modo en que se ejecutaron las solicitudes judiciales: “Mandan oficios reiterativos, hacen orden de presentación y terminan allanando con la gente uniformada; vemos un abuso de poder y autoridad y que en democracia no está bueno que se llegue a eso”.
También denunció la falta de imparcialidad del fiscal: “En la última audiencia lo vimos al fiscal muy desaliñado, muy desencajado de sí. Con mucha pérdida de objetividad y poco manejo. Pedimos un trato digno y que también se investigue la posible comisión de delitos a ellos”.
Oestmann detalló que la causa ya fue elevada a distintas instancias judiciales: “El fiscal, cuando se lo denunció, no quiso que otro fiscal lo investigara. Apeló a la decisión del juzgado de primera instancia, después el juzgado nos dio la razón de que había elementos para investigar. Luego apeló a la Cámara y también nos dio la razón. Ahora estamos en Casación, esperando si podemos constituirnos en querellantes”.
“Queremos ser querellantes porque queremos que el derecho sea igual para todas las personas”, sostuvo. “La justicia debe ser ciega y esa venda no se debe levantar para espiar por un ojo como por abajo”, expresó.
Adelantó que el Consejo Superior también presentará una denuncia administrativa ante la Procuración General, con la firma de todos sus miembros. Según Oestmann, la fiscalía de Sáenz Peña está acéfala desde hace tiempo, se encuentra subrogada y carece de auditoría: “Sabemos que hay mucho desorden, queremos ver por qué determinadas causas o denuncias se archivan”.
“La fiscalía no tiene un mapa del delito, estamos en una de las ciudades del Chaco con mayor criminalidad organizada, y esto no se investiga. Parece que tapamos con la universidad porque es lo único que podemos investigar que no tiene revés, no tiene riesgo, y descuidamos los otros”, añadió. Oestmann planteó que el actuar del fiscal “tiene un fin de desplazarme, tiene una animosidad personal. Ha molestado desde que he asumido. Asumí en octubre del 2018 un viernes, y el lunes ya estaba lleno de oficios”.
El rector manifestó sentirse tranquilo, pero decidido a seguir el proceso judicial: “Estoy muy tranquilo, con la conciencia bien tranquila. Se encontraron con alguien que va a pelear, que se va a defender, que no tiene miedo”. Y concluyó: “Es momento de reivindicar y respetar a una institución y que la dejen trabajar. Que los intereses mezquinos de quienes ejercen distintos roles dejen de poner palos en la rueda”.