Es en el marco de la causa por el presunto delito de lavado de activos agravado, por la cual se encuentran detenidos desde la semana pasada. Se los acusa de blanquear una gran cantidad de dinero obtenido de manera irregular a través de la compra de inmuebles, vehículos y ganado vacuno.
El juez Federal 2 de Resistencia, Ricardo Mianovich, citó a indagatoria para este martes al dirigente piquetero, Ramón “Tito” López, su esposa, sus hijos y su nuera, en el marco de la causa que se les sigue por el presunto delito de lavado de activos agravado por habitualidad y organización.
Según pudo saber Chaco día por Día, el cronograma previsto es el siguiente: Tito López declarará a las 10; su esposa, Librada Romero, a las 10.30; sus hijos, David y Daniel lo harán a las 11 y 11.30, respectivamente. Y la nuera de Tito, Devora Acosta, lo hará en último lugar, a las 12. Walter López, quien se encontraba en Chile al momento de su orden de captura, también declarará, pero no se conoce la hora exacta.
Salvo Acosta, todos se encuentran detenidos desde la semana pasada por orden del juez Mianovich a solicitud del fiscal de la causa, Patricio Sabadini. En simultáneo a las detenciones, se realizaron más de una veintena de allanamientos en Resistencia y en el interior provincial, incluido un campo de 2700 hectáreas, ubicado en cercanías a Cote Lai, que el dirigente piquetero había adquirido de manera irregular e instalado infraestructura para la cría de ganado.
En ese lugar, se encontró 40 mil dólares, 1.800.000 pesos, reales, 126 cartones de cigarrillos y más de 200 municiones de distinto calibre. Además, se constató la presencia de una gran cantidad de ganado. De acuerdo a un informe preliminar de Gendarmería, se secuestraron 654 animales bovinos, 16 caballos, 23 chivos, cuatro ovejas y dos chanchos con nueve crías.
Cabe recordar que, en el requerimiento de instrucción judicial, paso ineludible para avanzar en una investigación penal preparatoria, el fiscal Sabadini brindó al juez Mianovich detalles sobre los nombres de los imputados, de qué se los acusa y la hipótesis del caso. Indicó en este sentido que las actuaciones surgieron en virtud de una comunicación realizada por el Ministerio Público Fiscal del Chaco el cual dio cuenta de presuntas maniobras de lavado de activos por parte de López y su familia.
Esto es debido a la reiterada exteriorización patrimonial constatada en los medios de prensa por parte de López la cual no se condice con el perfil económico del dirigente piquetero. “Tengo 326 terneros que valen 300 mil pesos cada uno y hace poco compré un campo por 200 mil dólares. Mi capital es de 1.600 millones (de pesos)”, aseguró en febrero de este año a medios locales.
Sabadini imputó por el delito de lavado de activos, agravado por habitualidad y haberse concretado de manera organizada a Ramón “Tito” López; su esposa, Librada Romero; y sus hijos, David Alberto; Daniel López y Walter Ramón, todos en calidad de coautores.
Por otra parte, en relación a los delitos precedentes, consideró que los tipos penales que le caben a los nombrados -a los que se suma Dévora Acosta, nuera de Tito López-, son los de asociación ilícita y fraude a una administración pública, en donde el líder piquetero sería el jefe y organizador y el resto coautores.
Tras los allanamientos de la semana pasada, Sabadini amplió la imputación contra Tito López, por los presuntos delitos de tenencia simple de drogas (se encontró 0,5 gramos de cocaína en una de sus propiedades del barrio Santa Catalina, en Resistencia), acopio ilegal de municiones y encubrimiento de contrabando.
De acuerdo al expediente, Tito López, uno de los máximos líderes piqueteros del Chaco, acumuló junto a su familia una gran fortuna en la última década (con compras de vehículos, inmuebles, ganado y viajes al exterior) en base a maniobras presuntamente irregulares, las cuales se podrían englobar en cuatro: el uso indebido de tierras cedidas por el gobierno provincial, que alquiló a empresarios locales; la ocupación ilegal de un campo cercano a Cote Lai, perteneciente a un grupo empresarial de Buenos Aires, donde estableció su negocio ganadero; la recepción masiva de fondos del Instituto de Agricultura Familiar del gobierno de Chaco, los cuales, en lugar de ser invertidos en proyectos productivos, habrían sido desviados; y, finalmente, la evasión de impuestos.